Abrid las puertas al Redentor – Juan Pablo II
“Abrid las puertas al Redentor” es un libro que recoge las catequesis que Juan Pablo II impartió los miércoles durante el Año Santo de la Redención, que se celebró entre el 25 de marzo de 1983 y el 22 de abril de 1984. En estas enseñanzas, el Papa polaco profundiza en el misterio de la Redención, que es el centro de la fe cristiana y el fundamento de la misión de la Iglesia. El libro es una auténtica introducción al cristianismo, que ilumina desde la perspectiva de la Redención los temas fundamentales de la teología, la moral, la liturgia y la espiritualidad.
Ficha técnica
- Autor: Juan Pablo II
- Temática: Redención, catequesis, cristianismo
Comentario del libro “Abrid las puertas al Redentor”
La Redención, obra del amor de Dios
El libro se divide en siete partes, que siguen el desarrollo del año litúrgico y el itinerario del Año Santo. En la primera parte, Juan Pablo II explica el significado del jubileo de la Redención, que conmemora el 1950 aniversario de la muerte y resurrección de Cristo, el acontecimiento que cambió la historia de la humanidad y del cosmos. El Papa invita a abrir las puertas al Redentor, que es el único que puede liberar al hombre del pecado y de la muerte, y a acoger la gracia y la misericordia que brotan de su sacrificio. La Redención es la obra del amor del Padre, que envió a su Hijo al mundo para salvarlo, y del Espíritu Santo, que lo ungió y lo resucitó. La Redención es también la obra de la cooperación de María, la Madre del Redentor, que estuvo junto a la cruz y recibió la maternidad espiritual sobre todos los hombres.
La celebración de la Redención en la liturgia de la Iglesia
En la segunda parte, el Papa se centra en la liturgia de la Iglesia, que es la celebración de la Redención y la fuente de la vida cristiana. La liturgia hace presente el misterio pascual de Cristo, que se actualiza en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía y en la Reconciliación. La Eucaristía es el sacramento del cuerpo y la sangre de Cristo, que se ofrece por nosotros en el altar y se nos da como alimento de vida eterna. La Reconciliación es el sacramento del perdón de los pecados, que nos devuelve la amistad con Dios y con los hermanos. El Papa subraya la importancia de la participación activa y fructuosa en la liturgia, que nos hace entrar en comunión con Cristo y con su Iglesia.
La Redención es una nueva creación
En la tercera parte, el Papa reflexiona sobre las consecuencias de la Redención en la vida del hombre y del mundo. La Redención es una nueva creación, que nos hace hijos de Dios y nos llama a la santidad. La Redención implica una transformación moral y espiritual, que se basa en la libertad y en la conciencia, iluminadas por la ley de Dios y por el Espíritu Santo. La Redención nos invita a revestirnos de Cristo, a imitar su ejemplo y a seguir su voluntad. La Redención nos impulsa a ser testigos del amor de Dios y a colaborar en la construcción de su Reino.
El sacrificio de Cristo
En la cuarta parte, el Papa profundiza en el significado del sacrificio de Cristo, que es el núcleo de la Redención. El sacrificio de Cristo es el acto supremo de obediencia al Padre y de amor a los hombres, que lo llevó a entregar su vida en la cruz. El sacrificio de Cristo es el cumplimiento de las profecías y de las figuras del Antiguo Testamento, que anunciaban la venida del Mesías y del Siervo de Yahvé. El sacrificio de Cristo es el fundamento de la reconciliación entre Dios y los hombres, que nos abre las puertas del cielo y nos hace partícipes de su gloria. El sacrificio de Cristo es el modelo y la fuente de la misión de la Iglesia, que tiene la tarea de anunciar y de administrar el perdón de los pecados.
El hombre anhela la Redención
En la quinta parte, el Papa aborda el tema del hombre y de su relación con Dios. El hombre es una criatura de Dios, dotada de inteligencia, voluntad y libertad, que está llamada a la comunión con Él. El hombre tiene un sentido religioso innato, que lo lleva a buscar a Dios y a responder a su llamada. El hombre es también un ser limitado y pecador, que necesita de la Redención para superar el mal y la muerte. El hombre tiene un destino eterno, que se realiza en la resurrección de los muertos y en el juicio final. El hombre encuentra a Dios en Cristo, que es el Salvador y el Redentor, que lo ama y lo salva.
Jesucristo, Salvador y Redentor
En la sexta parte, el Papa se centra en la persona y la obra de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, el Salvador y el Redentor del mundo. Jesucristo es el Emmanuel, el Dios con nosotros, que nació de la Virgen María por obra del Espíritu Santo. Jesucristo es el Verbo eterno, que se hizo carne y habitó entre nosotros, revelándonos el rostro del Padre. Jesucristo es el Siervo de Yahvé, que sufrió y murió por nuestros pecados, y resucitó al tercer día, venciendo al pecado y a la muerte. Jesucristo es el Señor y el Rey, que ascendió al cielo y está sentado a la derecha del Padre, y que volverá al final de los tiempos para juzgar a los vivos y a los muertos. Jesucristo es el Cabeza de la Iglesia, que es su Cuerpo y su Esposa, y que continúa su misión en el mundo. Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida, que nos conduce al Padre y nos da su Espíritu.
El sacramento de la Reconciliación
En la séptima y última parte, el Papa trata del sacramento de la Reconciliación, que es el signo y el instrumento de la Redención. El sacramento de la Reconciliación es el encuentro personal con Cristo, que nos perdona y nos sana de nuestros pecados. El sacramento de la Reconciliación es el acto de conversión y de penitencia, que implica el arrepentimiento, la confesión, la absolución y la satisfacción. El sacramento de la Reconciliación es el don de la paz y de la alegría, que nos devuelve la gracia y la amistad con Dios y con los hermanos. El sacramento de la Reconciliación es la exigencia de la vida cristiana, que nos llama a la santidad y a la comunión. El sacramento de la Reconciliación es la fuente de la renovación de la Iglesia y del mundo.
Conclusión
“Abrid las puertas al Redentor” es un libro que nos ayuda a comprender y a vivir el misterio de la Redención, que es el centro de nuestra fe y de nuestra esperanza. El libro nos ofrece una visión integral y orgánica del cristianismo, que abarca desde la teología hasta la moral, desde la liturgia hasta la espiritualidad, desde la antropología hasta la escatología. El libro nos invita a abrir las puertas de nuestro corazón a Cristo, que es el único que puede liberarnos del pecado y de la muerte, y a seguirlo con amor y fidelidad. El libro nos anima a participar en la misión de la Iglesia, que es la de anunciar y de testimoniar la Redención de Cristo en el mundo. El libro es una obra maestra de Juan Pablo II, que nos muestra su profunda sabiduría y su ardiente celo pastoral.