Antropología de san Ireneo – A. Orbe
La antropología cristiana es una disciplina que estudia al ser humano desde la perspectiva de la fe y la revelación. Entre los autores que han contribuido a su desarrollo, destaca la figura de san Ireneo de Lyon, uno de los padres de la Iglesia del siglo II, que defendió la ortodoxia frente a las herejías gnósticas y elaboró una síntesis teológica basada en la economía salvífica de Dios. En este libro, el jesuita Antonio Orbe, reconocido especialista en patrística, ofrece un análisis exhaustivo y riguroso de la antropología de san Ireneo, considerada como una de las más originales y profundas de la tradición cristiana.
- Antropología de San Ireneo
- Tapa blanda
- Lengua: Espanol
- 450 páginas
Ficha técnica
- Autor: Antonio Orbe
- Temática: Antropología cristiana, patrística, san Ireneo
- Editorial: Biblioteca de Autores Cristianos
- Año de edición: 1969
- Número de páginas: 547
Comentario del libro “Antropología de San Ireneo”
El libro se divide en dos partes: la primera, dedicada a la antropología preadámica, es decir, al estudio del hombre antes del pecado original; y la segunda, dedicada a la antropología adámica, es decir, al estudio del hombre después del pecado original y bajo el influjo de la gracia. En ambas partes, el autor sigue el método histórico-crítico, confrontando las fuentes primarias (los escritos de san Ireneo) con las secundarias (los testimonios de otros autores antiguos y modernos).
La antropología preadámica
En esta parte, Antonio Orbe expone la visión de san Ireneo sobre el origen del hombre, su naturaleza, su finalidad y su relación con Dios. Según san Ireneo, el hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, pero no como un ser perfecto y acabado, sino como un ser en crecimiento y progreso hacia la perfección. El hombre tenía una doble dimensión: corporal y espiritual, que debían armonizarse entre sí y con el resto de la creación. El hombre estaba llamado a participar de la vida divina por medio del conocimiento y el amor de Dios, que se le revelaba a través de su Palabra y su Espíritu. El hombre tenía también una libertad responsable, que le permitía elegir entre el bien y el mal, entre obedecer o desobedecer a Dios.
La antropología adámica
En esta parte, Antonio Orbe expone la visión de san Ireneo sobre las consecuencias del pecado original para el hombre y para el mundo, así como el plan de salvación que Dios dispuso para restaurar al hombre en su dignidad original. Según san Ireneo, el pecado original fue una transgresión voluntaria del mandamiento divino por parte del primer hombre (Adán), que afectó a toda su descendencia (la humanidad). El pecado original produjo una ruptura entre el hombre y Dios, entre el hombre y el prójimo, entre el hombre y la naturaleza, y entre el cuerpo y el espíritu del hombre. El pecado original introdujo también en el mundo el mal moral y físico, el sufrimiento y la muerte. Sin embargo, Dios no abandonó al hombre a su suerte, sino que le prometió un salvador (el Mesías), que sería descendiente de Adán (la Virgen María) y al mismo tiempo Hijo de Dios (Jesucristo). Jesucristo asumió la naturaleza humana en todo menos en el pecado, recapituló en sí mismo toda la historia humana desde Adán hasta él mismo, cumplió la ley y los profetas, murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó al tercer día para darnos la vida eterna. Jesucristo es el nuevo Adán, que nos hace partícipes de su divinidad por medio de su humanidad. Jesucristo nos comunica su gracia por medio de los sacramentos, especialmente el bautismo y la eucaristía. Jesucristo nos envía también su Espíritu Santo, que nos guía hacia la verdad y nos hace crecer en la santidad. Jesucristo volverá al final de los tiempos para juzgar a los vivos y a los muertos, y para renovar el cielo y la tierra. Entonces, los justos resucitarán con cuerpos gloriosos y gozarán de la visión beatífica de Dios.
Conclusión
El libro “Antropología de San Ireneo” de Antonio Orbe es una obra magistral, que nos ofrece una visión integral y coherente del pensamiento de uno de los grandes teólogos de la Iglesia primitiva. El libro es fruto de una investigación seria y rigurosa, que respeta el contexto histórico y cultural de san Ireneo, y que dialoga con las aportaciones de otros estudiosos. El libro es también una invitación a profundizar en nuestra propia antropología cristiana, que nos ayuda a comprender mejor quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos y cómo debemos vivir como hijos de Dios y hermanos de Cristo.