David de Jerusalén – Louis de Wohl
¿Te gustan las novelas históricas basadas en la Biblia? ¿Te interesa conocer la vida de uno de los personajes más fascinantes del Antiguo Testamento? Si es así, te recomiendo que leas “David de Jerusalén” de Louis de Wohl, un autor que ha sabido recrear con maestría y fidelidad la época y el ambiente en que vivió el rey David, el ungido de Dios, el conquistador del reino, el salmista y el antepasado de Jesucristo.
- Louis de Wohl revive la antigua y amada historia de David con toda su fuerza y esplendor. Novela basada en el relato bíblico y en la propia investigación histórica del autor.
- Autor: : Louis de Wohl
- Encuadernación: : Rústica
- Wohl, Louis de (Autor)
Ficha técnica
- Autor: Louis de Wohl
- Temática: Novela histórica bíblica
Comentario del libro “David de Jerusalén”
Louis de Wohl fue un escritor alemán que se convirtió al catolicismo y se dedicó a escribir novelas históricas sobre santos y personajes bíblicos. Su obra se caracteriza por una rigurosa investigación histórica y una profunda visión espiritual. En “David de Jerusalén”, nos presenta la vida de David desde su infancia como pastor hasta su muerte como rey de Israel, pasando por sus hazañas como guerrero, sus amores y desamores, sus pecados y arrepentimientos, sus victorias y derrotas, sus alegrías y tristezas.
El joven pastor
La novela comienza cuando el profeta Samuel unge a David como futuro rey de Israel, siguiendo la voluntad de Dios, que ha rechazado a Saúl por su desobediencia. David es un joven pastor, valiente, generoso, piadoso y dotado de un gran carisma. Su primera gran prueba es enfrentarse al gigante Goliat, al que vence con una honda y una piedra, demostrando su confianza en Dios y su habilidad militar. Su victoria le granjea la admiración y el afecto del pueblo, pero también la envidia y el odio de Saúl, que intenta matarlo en varias ocasiones.
El guerrero fugitivo
David se convierte en un guerrero fugitivo, perseguido por Saúl, que ve en él una amenaza para su trono. Sin embargo, David respeta la vida de Saúl, al que considera el ungido de Dios, y no le hace daño cuando tiene la oportunidad. David se refugia en el desierto, donde forma una banda de hombres leales, que le siguen y le defienden. También se casa con varias mujeres, entre ellas, Micol, la hija de Saúl, y Abigail, la viuda de un rico terrateniente. David tiene que luchar contra los filisteos, los amalecitas y otros enemigos de Israel, pero también contra sus propios pecados, como la ira, el orgullo y la lujuria.
El rey de Israel
Tras la muerte de Saúl y su hijo Jonatán, el mejor amigo de David, este es proclamado rey de Judá, y luego de todo Israel. David consolida su reino, conquista Jerusalén, trae el arca de la alianza, organiza el culto y el ejército, y amplía sus dominios. David es un rey justo, sabio y piadoso, que gobierna según la ley de Dios y el bien de su pueblo. Sin embargo, también comete graves faltas, como el adulterio con Betsabé y el asesinato de su marido Urías. Por estos pecados, David sufre el castigo divino, que se manifiesta en las rebeliones de sus hijos Absalón y Adonías, que pretenden usurparle el trono, y en las plagas y guerras que azotan al reino. David se arrepiente de sus culpas, y acepta con humildad y paciencia las pruebas que le envía Dios. Al final de su vida, David designa a su hijo Salomón como su sucesor, y le encarga que construya el templo de Dios en Jerusalén.
El salmista y el mesías
Además de ser un gran rey, David es también un gran poeta, que compone salmos inspirados por el Espíritu Santo, que expresan su alabanza, su súplica, su confianza y su amor a Dios. Los salmos de David son una fuente de consuelo, de esperanza y de sabiduría para el pueblo de Israel y para la Iglesia. David es también el antepasado de Jesucristo, el mesías prometido, que nace de la casa de David, y que es el verdadero rey de Israel y de toda la humanidad. La novela termina con una profecía de Natán, el profeta que reprende a David por sus pecados, y que le anuncia que su descendencia será eterna y que de ella saldrá el salvador del mundo.
Conclusión
“David de Jerusalén” es una novela que nos acerca a la figura de David, uno de los personajes más complejos y fascinantes de la Biblia. Louis de Wohl nos muestra a David como un hombre de carne y hueso, con sus virtudes y sus defectos, con sus luces y sus sombras, con sus grandezas y sus miserias. Pero también nos muestra a David como un hombre de Dios, que busca su voluntad, que reconoce sus faltas, que se arrepiente de sus pecados, que confía en su misericordia, que le ama con todo su corazón, y que le sirve con toda su vida. “David de Jerusalén” es una novela que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia relación con Dios, y a seguir el ejemplo de David, que fue un hombre según el corazón de Dios.