Después de Wittgenstein, santo Tomás – R. Pouivet
La filosofía analítica y la filosofía tomista son dos corrientes de pensamiento que a menudo se han ignorado o enfrentado mutuamente. Sin embargo, en las últimas décadas, han surgido algunos autores que han intentado establecer un diálogo fructífero entre ambas tradiciones, mostrando sus puntos de contacto y sus diferencias. Uno de ellos es Roger Pouivet, profesor de la Universidad de Lorraine y miembro del Institut de France, que en este libro nos ofrece una visión sintética y profunda de las relaciones entre el pensamiento de Ludwig Wittgenstein, uno de los filósofos analíticos más influyentes del siglo XX, y el de santo Tomás de Aquino, el gran maestro de la escolástica medieval.
- Despues De Wittgenstein, Santo Tomas (Estudios Y Ensayos)
- Tapa blanda
- Español
- Pouivet, Roger (Autor)
Ficha técnica
- Autor: Roger Pouivet
- Temática: Filosofía analítica, filosofía tomista, Wittgenstein, santo Tomás
- Editorial: Biblioteca de Autores Cristianos (BAC)
- Año de publicación: 2018
- Número de páginas: 160
Comentario del libro “Después de Wittgenstein, santo Tomás”
El libro se divide en seis capítulos, en los que Pouivet aborda diversos temas filosóficos desde la perspectiva de Wittgenstein y santo Tomás, mostrando sus afinidades y sus divergencias. El autor no se limita a exponer las doctrinas de ambos pensadores, sino que también las confronta con otras corrientes filosóficas modernas y contemporáneas, como el racionalismo cartesiano, el empirismo, el idealismo, el fenomenalismo o el fenomenologismo. Así, Pouivet nos ofrece un panorama amplio y riguroso del debate filosófico actual, en el que Wittgenstein y santo Tomás tienen mucho que aportar.
El intervalo internalista
En el primer capítulo, Pouivet explica el concepto de internalismo, que caracteriza a la filosofía moderna desde Descartes hasta Kant. El internalismo consiste en la idea de que el conocimiento humano depende exclusivamente de los contenidos mentales internos del sujeto cognoscente, sin tener en cuenta la realidad externa o las condiciones sociales e históricas del conocimiento. Frente a esta concepción, Pouivet defiende el externalismo, que sostiene que el conocimiento humano implica una relación con la realidad externa y con las normas lingüísticas y culturales que lo hacen posible. Tanto Wittgenstein como santo Tomás son externalistas, aunque por razones distintas. Wittgenstein rechaza el internalismo porque lo considera una forma de solipsismo o idealismo que niega la comunicación y el sentido común. Santo Tomás rechaza el internalismo porque lo considera una forma de racionalismo o empirismo que niega la participación del ser humano en la verdad divina.
Los actos mentales
En el segundo capítulo, Pouivet analiza la noción de acto mental, que es central en la filosofía de Wittgenstein. Un acto mental es una operación intencional que realiza el sujeto cognoscente sobre un objeto. Por ejemplo, pensar en algo, desear algo o creer algo son actos mentales. Pouivet compara la teoría de los actos mentales de Wittgenstein con la teoría de las especies inteligibles de santo Tomás. Las especies inteligibles son las formas o imágenes mentales que representan los objetos conocidos por la inteligencia humana. Pouivet muestra que hay similitudes y diferencias entre ambas teorías. Por un lado, tanto Wittgenstein como santo Tomás rechazan el abstraccionismo psicológico, que consiste en la idea de que los actos mentales son procesos internos que extraen las esencias universales de los objetos sensibles. Por otro lado, Wittgenstein y santo Tomás tienen concepciones distintas sobre el papel del lenguaje y la voluntad en los actos mentales. Para Wittgenstein, los actos mentales son inseparables del lenguaje público y convencional que los expresa. Para santo Tomás, los actos mentales son anteriores al lenguaje y dependen de la voluntad libre del sujeto.
El cogito
En el tercer capítulo, Pouivet se ocupa de la crítica que Wittgenstein y santo Tomás hacen al cogito cartesiano, es decir, a la famosa frase de Descartes “pienso, luego existo”. El cogito es el fundamento del internalismo moderno, ya que pretende establecer la certeza del conocimiento humano a partir de la evidencia de la propia existencia del sujeto pensante. Pouivet expone las objeciones que Wittgenstein y santo Tomás plantean al cogito desde sus respectivas perspectivas. Wittgenstein critica el cogito porque lo considera una forma de confusión gramatical que no tiene sentido lógico ni empírico. Santo Tomás critica el cogito porque lo considera una forma de autoconocimiento imperfecto e insuficiente que no tiene en cuenta la causa primera y última de la existencia humana, que es Dios.
La intencionalidad
En el cuarto capítulo, Pouivet trata el tema de la intencionalidad, que es la capacidad de la mente humana de dirigirse hacia los objetos. La intencionalidad es un concepto clave en la filosofía tomista, que se remonta a Aristóteles y que fue desarrollado por los escolásticos medievales. La intencionalidad implica que la mente humana no se limita a reflejar pasivamente los objetos, sino que los constituye activamente mediante las operaciones intelectuales. Pouivet muestra cómo Wittgenstein y algunos de sus discípulos, como Elizabeth Anscombe o Peter Geach, se han interesado por la intencionalidad y han intentado darle una explicación lingüística. Según ellos, la intencionalidad no es una propiedad de los estados mentales, sino de las expresiones lingüísticas que los manifiestan. Así, la intencionalidad depende del uso que hacemos del lenguaje para referirnos a los objetos.
La voluntad
En el quinto capítulo, Pouivet aborda el problema de la voluntad humana, que es otro aspecto fundamental de la filosofía tomista. La voluntad es la facultad racional que permite al ser humano elegir libremente entre distintas opciones. La voluntad implica tanto un aspecto cognitivo como un aspecto afectivo, ya que supone conocer el bien y amarlo. Pouivet compara la concepción tomista de la voluntad con la concepción wittgensteiniana, que se basa en las aportaciones de otro discípulo de Wittgenstein, Anthony Kenny. Según Kenny, la voluntad no es una facultad mental distinta de la inteligencia o de las emociones, sino una forma de acción racional que se expresa mediante el lenguaje. Así, la voluntad no implica una causalidad interna o externa, sino una normatividad lingüística y moral.
El tomismo analítico
En el sexto y último capítulo, Pouivet hace un repaso histórico y crítico de las distintas escuelas tomistas que han surgido a lo largo de los siglos, desde el tomismo clásico hasta el tomismo contemporáneo. El autor se detiene especialmente en el tomismo analítico, que es la corriente filosófica que intenta combinar los principios y métodos de la filosofía analítica con las doctrinas y argumentos de la filosofía tomista. El tomismo analítico cuenta con representantes destacados como Alvin Plantinga, Peter van Inwagen o John Haldane, entre otros. Pouivet reconoce el valor y el interés del tomismo analítico, pero también señala sus límites y dificultades. Entre ellos, destaca el problema de la compatibilidad entre el realismo metafísico de santo Tomás y el antirrealismo lógico de Wittgenstein.
Conclusión
El libro “Después de Wittgenstein, santo Tomás” es una obra breve pero densa, que requiere una lectura atenta y reflexiva. El autor demuestra un gran conocimiento y dominio de las fuentes y los problemas filosóficos que aborda. El libro es un ejemplo de cómo se puede hacer filosofía desde una perspectiva creyente y bajo la guía del magisterio de la Iglesia católica, sin renunciar al rigor y a la apertura al diálogo con otras corrientes de pensamiento. El libro es también una invitación a profundizar en el