El venerable Spínola – J. A. de Sobrino
El libro “El venerable Spínola” es una biografía del cardenal-arzobispo de Sevilla don Marcelo Spínola y Maestre, uno de los grandes pastores de la Iglesia española del siglo XIX y principios del XX. El autor, José Antonio de Sobrino, es un jesuita e historiador que ha dedicado varios estudios a la figura de Spínola y a su contexto histórico y eclesial. En esta obra, publicada por la Biblioteca de Autores Cristianos en 1984, Sobrino nos ofrece un perfil y un espíritu de Spínola, es decir, una síntesis de su personalidad, su trayectoria y su mensaje.
- Sobrino, José Antonio de (Autor)
Ficha técnica
- Autor: José Antonio de Sobrino
- Temática: Biografía religiosa
Comentario del libro “El venerable Spínola”
Un hombre de Dios y de la Iglesia
El libro se divide en dos partes: la primera, titulada “Perfil”, narra la vida de Spínola desde su nacimiento en San Fernando (Cádiz) en 1835 hasta su muerte en Sevilla en 1906. La segunda, titulada “Espíritu”, analiza las principales características de su espiritualidad y su pastoral.
Spínola fue un hombre de Dios y de la Iglesia, que supo responder a los desafíos de su tiempo con fidelidad, generosidad y creatividad. Hijo de un marino, estudió Derecho y ejerció como abogado antes de sentir la llamada al sacerdocio. Fue ordenado en 1864 y se dedicó a la parroquia de San Lorenzo en Madrid, donde destacó por su atención a los pobres, los enfermos y los marginados. En 1881 fue nombrado obispo auxiliar de Granada y en 1884 obispo de Coria. En 1886 fue trasladado a Málaga, donde impulsó la renovación diocesana y fundó el Instituto de las Esclavas del Divino Corazón, una congregación dedicada a la educación cristiana de la infancia y la juventud. En 1895 fue promovido a la sede metropolitana de Sevilla, donde continuó su labor pastoral y social, y fue elevado al cardenalato en 1899. Participó activamente en el Concilio Plenario de la Iglesia española de 1892-1893 y en el Concilio Vaticano I, donde defendió la doctrina de la infalibilidad pontificia. Fue un hombre de diálogo y de paz, que supo afrontar las tensiones políticas y religiosas de su época con prudencia y caridad. Murió en olor de santidad el 19 de enero de 1906 y fue declarado venerable por el papa Juan Pablo II en 1983.
Un espíritu de amor y de servicio
El libro también nos muestra el espíritu de Spínola, es decir, el conjunto de actitudes y valores que inspiraron su vida y su ministerio. Sobrino destaca cuatro rasgos fundamentales: el amor a Dios, el amor a la Iglesia, el amor a los hombres y el amor a la cruz.
Spínola fue un hombre de oración y de contemplación, que cultivó una profunda relación con Dios Padre, con Jesucristo y con el Espíritu Santo. Su devoción preferida fue la eucaristía, que celebraba y adoraba con fervor y que le impulsaba a la acción apostólica. También tuvo una gran devoción a la Virgen María, a quien invocaba como Madre y Maestra.
Spínola fue un hombre de Iglesia, que vivió en comunión con el papa, con los obispos y con el pueblo de Dios. Fue un fiel hijo de la Iglesia, que defendió su doctrina, su disciplina y su libertad. Fue un buen pastor de la Iglesia, que cuidó de sus sacerdotes, de sus religiosos y de sus fieles, y que promovió la formación, la catequesis, la liturgia, la caridad y las misiones.
Spínola fue un hombre de los hombres, que se hizo cercano y amigo de todos, especialmente de los más necesitados. Fue un hombre de caridad, que alivió el sufrimiento de los pobres, de los enfermos, de los presos, de los emigrantes y de los perseguidos. Fue un hombre de justicia, que denunció las injusticias sociales y que defendió los derechos humanos y la dignidad de las personas. Fue un hombre de cultura, que apoyó el desarrollo de la ciencia, del arte, de la educación y de la prensa católica.
Spínola fue un hombre de la cruz, que abrazó con amor y con alegría el sufrimiento y la persecución por causa de Cristo y de su Iglesia. Fue un hombre de esperanza, que confió en la providencia de Dios y en la victoria de la resurrección. Fue un hombre de santidad, que se esforzó por cumplir la voluntad de Dios y por imitar a Jesús en todo.
Conclusión
El libro “El venerable Spínola” de José Antonio de Sobrino es una obra de gran valor histórico, teológico y espiritual, que nos presenta la figura de un hombre de Dios y de la Iglesia, que fue un modelo de amor y de servicio para su tiempo y para el nuestro. El autor nos ofrece una visión completa y equilibrada de Spínola, basada en fuentes documentales y testimoniales, y nos invita a conocerlo, a admirarlo y a seguirlo. El libro es una lectura recomendable para todos los que quieran profundizar en la historia de la Iglesia española y en la vida de uno de sus más ilustres pastores.