Hijos de Dios – Francisco Fernández-Carvajal
La filiación divina es una de las verdades centrales de la fe cristiana, que nos revela el amor de Dios Padre y nos invita a vivir como sus hijos. Esta realidad fue vivida y predicada por san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, quien la presentó como una fuente de alegría, confianza y esperanza para todos los bautizados. En este libro, los autores Francisco Fernández-Carvajal y Pedro Beteta López, ambos sacerdotes de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, nos ofrecen una exposición clara y profunda de la doctrina y la espiritualidad de la filiación divina, basada en las enseñanzas de san Josemaría y del magisterio de la Iglesia.
- Fernández-Carvajal, Francisco (Author)
Ficha técnica
- Autor: Francisco Fernández-Carvajal
- Temática: Espiritualidad cristiana, filiación divina, san Josemaría Escrivá
Comentario del libro “Hijos de Dios”
El libro se divide en cuatro partes, que abordan distintos aspectos de la filiación divina:
Parte I: La filiación divina en la vida y la predicación de san Josemaría
En esta parte, los autores nos presentan la experiencia personal de san Josemaría como hijo de Dios, que marcó su vocación, su misión y su mensaje. Nos cuentan cómo el santo descubrió la llamada universal a la santidad y al apostolado en medio del mundo, y cómo fundó el Opus Dei para difundir esta llamada entre todas las personas, sin distinción de edad, estado, profesión o condición social. Nos muestran también cómo san Josemaría enseñó a sus hijos espirituales y a todos los que le escuchaban a tratar a Dios con confianza filial, a amar a la Iglesia como madre y maestra, y a santificar el trabajo y la vida ordinaria, ofreciéndolos al Padre por medio de Cristo.
Parte II: La filiación divina en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia
En esta parte, los autores nos ofrecen una visión teológica de la filiación divina, apoyada en las fuentes de la Revelación. Nos explican cómo Dios nos ha creado por amor y nos ha destinado a ser sus hijos adoptivos, participando de su misma naturaleza divina. Nos indican cómo esta filiación se realiza plenamente en Jesucristo, el Hijo eterno de Dios hecho hombre, que nos ha redimido del pecado y nos ha abierto las puertas del cielo. Nos señalan cómo el Espíritu Santo, que habita en nuestros corazones, nos hace hijos de Dios y nos une a Cristo y a la Iglesia. Nos recuerdan cómo la filiación divina se recibe por el bautismo y se alimenta por los demás sacramentos, especialmente la eucaristía y la reconciliación.
Parte III: La filiación divina en la vida cristiana
En esta parte, los autores nos muestran las consecuencias prácticas de la filiación divina para la vida cristiana, siguiendo las huellas de san Josemaría. Nos invitan a vivir con alegría y agradecimiento el don de ser hijos de Dios, y a manifestarlo con nuestro testimonio de fe, esperanza y caridad. Nos animan a tratar a Dios como a un padre bueno y misericordioso, que nos conoce, nos ama y nos cuida, y a dirigirnos a él con oración constante y sincera. Nos exhortan a imitar a Cristo, el modelo perfecto de hijo de Dios, y a identificarnos con él en su vida, su pasión, su muerte y su resurrección. Nos aconsejan a recurrir a la Virgen María, madre de Dios y madre nuestra, y a los santos, hermanos nuestros en la familia de Dios. Nos proponen a santificar todas las circunstancias de nuestra vida, especialmente el trabajo, la familia y la amistad, y a servir a los demás con generosidad y humildad.
Parte IV: La filiación divina y la esperanza cristiana
En esta parte, los autores nos hablan de la filiación divina como fuente de esperanza cristiana, que nos orienta hacia el cielo, nuestra verdadera patria. Nos recuerdan que somos peregrinos en este mundo, y que debemos aspirar a la vida eterna, donde veremos a Dios cara a cara y gozaremos de su amor para siempre. Nos advierten de las dificultades y tentaciones que podemos encontrar en el camino, y de la necesidad de luchar contra el pecado y de purificarnos con la penitencia y la mortificación. Nos alientan a confiar en la misericordia de Dios, que nos perdona y nos ayuda a levantarnos cuando caemos, y a contar con su gracia, que nos fortalece y nos hace crecer en la santidad. Nos aseguran que la filiación divina no es una utopía, sino una realidad que podemos vivir aquí y ahora, y que nos prepara para la gloria futura.
Conclusión
El libro “Hijos de Dios” de Francisco Fernández-Carvajal es una obra de gran valor espiritual, que nos ayuda a profundizar en el misterio de la filiación divina y a aplicarlo a nuestra vida cotidiana. Los autores combinan la solvencia teológica con la claridad expositiva, y nos ofrecen una síntesis de la doctrina y la espiritualidad de san Josemaría Escrivá, uno de los grandes maestros de la vida cristiana en el siglo XX. El libro es una invitación a vivir como hijos de Dios, con alegría, confianza y esperanza, y a transmitir este mensaje a los demás, con nuestro ejemplo y nuestra palabra. Es un libro que llena de consuelo y de ilusión, y que nos anima a seguir a Cristo, el Hijo amado del Padre.