Humanismo integral – Jacques Maritain

El humanismo integral es una obra clave del pensamiento cristiano del siglo XX, que propone una visión de la persona humana y de la sociedad inspirada en el Evangelio y en la filosofía tomista. El autor, Jacques Maritain, fue un destacado filósofo francés, converso al catolicismo, que influyó en el desarrollo de la doctrina social de la Iglesia y en la defensa de los derechos humanos.

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Humanismo integral (Biblioteca Palabra)
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Ficha técnica

  • Autor: Jacques Maritain
  • Temática: Filosofía, humanismo, cristianismo

Comentario del libro “Humanismo integral”

El contexto histórico y personal de la obra

El libro “Humanismo integral” se publicó por primera vez en 1936, en un momento de crisis política, social y cultural en Europa y en el mundo. Maritain, que había vivido la Primera Guerra Mundial y la ascensión de los totalitarismos, buscaba una respuesta a los problemas de su tiempo desde una perspectiva cristiana. Su obra refleja su propia experiencia de conversión, junto con su esposa Raïssa, que le llevó a descubrir la riqueza de la fe y de la razón, así como su amistad con figuras relevantes como el padre Reginald Garrigou-Lagrange, el cardenal Emmanuel Suhard o el escritor Charles Péguy.

El contenido y la estructura de la obra

El libro “Humanismo integral” se divide en seis partes, que abordan distintos aspectos del humanismo cristiano, desde una dimensión teórica y práctica. La primera parte, titulada “Heroísmo y humanismo”, plantea la necesidad de superar el humanismo antropocéntrico, que reduce al hombre a su dimensión material e individual, y de recuperar el humanismo teocéntrico, que reconoce al hombre como imagen de Dios y llamado a la santidad. La segunda parte, titulada “La tragedia del nuevo cristianismo”, critica las ideologías que pretenden sustituir al cristianismo con falsas promesas de liberación y de progreso, como el comunismo, el fascismo o el liberalismo. La tercera parte, titulada “El cristianismo en el mundo”, expone los principios de la doctrina social de la Iglesia, que defiende la dignidad y los derechos de la persona humana, el bien común, la subsidiariedad, la solidaridad y la participación. La cuarta parte, titulada “El ideal histórico de un nuevo cristianismo”, propone un proyecto político de inspiración cristiana, que se basa en la libertad, la justicia, la paz y la caridad, y que respeta la autonomía y la pluralidad de las realidades temporales. La quinta parte, titulada “De un porvenir más cercano”, analiza las condiciones históricas y culturales para la realización del humanismo integral, y señala los desafíos y las esperanzas que se presentan en el horizonte. La sexta y última parte, titulada “La estructura de la acción”, ofrece unas orientaciones prácticas para la acción de los cristianos en el mundo, basadas en la oración, la formación, la organización y la colaboración.

La actualidad y la relevancia de la obra

El libro “Humanismo integral” sigue siendo una obra de referencia para el pensamiento y la acción de los cristianos en el mundo contemporáneo. Su autor, Jacques Maritain, tuvo una gran influencia en el Concilio Vaticano II, especialmente en la redacción de la constitución pastoral Gaudium et spes, que recoge muchos de los temas y conceptos del humanismo integral. Asimismo, Maritain participó activamente en la elaboración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, que refleja su visión de la persona humana y de la sociedad. Su obra ha inspirado también a numerosos movimientos y personalidades cristianas, que han buscado encarnar el humanismo integral en diversos ámbitos de la cultura, la política, la economía y la educación.

Conclusión

El humanismo integral es una obra maestra de la filosofía cristiana, que ofrece una respuesta integral a los problemas del hombre y de la sociedad, desde una perspectiva que armoniza la fe y la razón, la gracia y la naturaleza, lo espiritual y lo temporal. Su autor, Jacques Maritain, es un ejemplo de filósofo comprometido con su tiempo, que supo dialogar con las corrientes de pensamiento de su época, sin renunciar a su identidad cristiana. Su obra es una invitación a redescubrir la grandeza y la vocación de la persona humana, creada por Dios y llamada a participar de su gloria.

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