La autoridad política en la Biblia – J. M.ª García Trapiello

La Biblia es un libro sagrado que contiene la revelación de Dios a su pueblo, pero también es un documento histórico que refleja la realidad social, cultural y política de los tiempos en que fue escrita. ¿Qué nos dice la Biblia sobre la autoridad política? ¿Cómo se origina y se desarrolla en el Antiguo Testamento? ¿Qué criterios se establecen para evaluar a los gobernantes y a las instituciones? Estas son algunas de las preguntas que aborda el libro de Jesús García Trapiello, profesor de Sagrada Escritura en la Universidad Pontificia de Salamanca.

Ficha técnica

  • Autor: Jesús García Trapiello
  • Temática: Teología bíblica, historia antigua, ciencia política

Comentario del libro “La autoridad política en la Biblia”

El libro se divide en tres partes: la primera trata del origen de la autoridad política en el Antiguo Testamento, desde los patriarcas hasta los jueces; la segunda analiza el desarrollo de la monarquía israelita y sus implicaciones teológicas y sociales; y la tercera estudia el exilio y el período postexílico, con especial atención a las relaciones entre Israel y las potencias extranjeras.

El origen de la autoridad política

García Trapiello parte de la premisa de que la autoridad política tiene su fundamento último en Dios, que es el soberano absoluto del universo y el creador del ser humano a su imagen y semejanza. Sin embargo, Dios no impone su voluntad a los hombres, sino que respeta su libertad y les confía la responsabilidad de administrar la tierra con justicia y amor. Así, la autoridad política es una participación en el gobierno divino, pero también una tarea humana que requiere discernimiento y obediencia.

El autor repasa las figuras de los patriarcas, los caudillos, los profetas y los jueces, que ejercieron una autoridad carismática, es decir, basada en el don del Espíritu Santo y en el servicio al pueblo de Dios. Estos líderes no tenían un poder absoluto ni hereditario, sino que debían rendir cuentas ante Dios y ante el pueblo. Su misión era defender la fe, la ley y la alianza con Dios, así como proteger al pueblo de sus enemigos y promover el bien común.

El desarrollo de la monarquía

La monarquía supuso un cambio radical en la organización política de Israel. El pueblo pidió un rey para ser como las demás naciones, pero Dios advirtió que esto implicaría renunciar a su identidad como pueblo elegido y someterse a un poder humano que podría abusar de ellos. A pesar de ello, Dios concedió su petición y eligió a Saúl como primer rey de Israel.

García Trapiello explica que la monarquía no era intrínsecamente mala, sino que podía ser una forma legítima de gobierno si se cumplían ciertas condiciones: el rey debía ser elegido por Dios y ungido por el profeta; debía respetar la ley de Dios y gobernar con justicia y misericordia; debía reconocer su dependencia de Dios y someterse a su voluntad; debía ser fiel a la alianza con Dios y con el pueblo; debía defender a los pobres y oprimidos; debía ser humilde y aceptar la corrección del profeta.

Sin embargo, la historia muestra que muchos reyes no cumplieron estas condiciones y se apartaron de Dios. Así, se produjeron divisiones internas, idolatrías, injusticias sociales, guerras civiles y opresiones extranjeras. El autor destaca el papel de los profetas, que denunciaron los pecados de los reyes y anunciaron el castigo divino, pero también proclamaron la esperanza mesiánica, es decir, la promesa de un rey ideal que restauraría el reino de Dios.

El exilio y el período postexílico

La última parte del libro se centra en el exilio babilónico y el período postexílico, que supusieron una crisis profunda para Israel. El pueblo perdió su tierra, su templo, su rey y su identidad. Sin embargo, también fue una oportunidad para renovar su fe y su alianza con Dios. El autor explica cómo los exiliados mantuvieron viva su esperanza en la liberación de Dios y en el retorno a la tierra prometida. También muestra cómo los que regresaron tuvieron que enfrentarse a los desafíos de la reconstrucción material y espiritual, así como a las influencias de las culturas circundantes.

García Trapiello analiza las diferentes formas de autoridad política que se dieron en este período: los gobernadores persas, los sumos sacerdotes, los escribas, los macabeos y los asmoneos. El autor señala que estos líderes tuvieron luces y sombras, ya que algunos buscaron el bien del pueblo y otros se corrompieron por el poder. El autor también destaca el papel de los profetas, los sabios y los apocalípticos, que mantuvieron viva la esperanza mesiánica y anunciaron la llegada del reino de Dios.

Conclusión

El libro de Jesús García Trapiello es una obra rigurosa y didáctica, que ofrece una visión panorámica y actualizada de la autoridad política en el Antiguo Testamento. El autor combina el análisis histórico, literario y teológico de los textos bíblicos, con una perspectiva creyente y eclesial. El libro es de gran interés para los estudiosos de la Biblia, pero también para los cristianos que quieren profundizar en su fe y en su compromiso social. El libro nos invita a reflexionar sobre el sentido y el valor de la autoridad política, tanto en el pasado como en el presente, y sobre los criterios para ejercerla o evaluarla desde una óptica cristiana.

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