La gran prueba – Didier Rance

¿Qué significa ser cristiano en un contexto de persecución y sufrimiento? ¿Cómo vivir la fe con coherencia y esperanza ante la hostilidad y la violencia? ¿Qué testimonio podemos ofrecer al mundo de hoy desde nuestra condición de discípulos de Cristo? Estas son algunas de las preguntas que se plantea el autor de este libro, Didier Rance, diácono, historiador y exdirector de Ayuda a la Iglesia Necesitada en Francia.

Rebajas
Gran prueba, La (Arcaduz)
  • Rance, Didier (Author)

Ficha técnica

  • Autor: Didier Rance
  • Temática: Biografías de testigos de la fe en Europa del Este

Comentario del libro “La gran prueba”

Didier Rance nos presenta en este libro los retratos de diez grandes testigos de la fe en medio de la persecución en Europa del Este, desde obispos clandestinos (que más tarde serán cardenales), hasta sacerdotes, religiosos y laicos. Todos ellos están basados en las entrevistas que el autor mantuvo con estos testigos de la fe, que le confiaron sus experiencias, sus sufrimientos, sus alegrías y sus esperanzas.

Un mosaico de rostros y de historias

El libro está dividido en diez capítulos, cada uno dedicado a uno de los protagonistas, que representan a diferentes países, culturas, vocaciones y carismas. Así, encontramos a Stepan Czmil, el primer obispo ucraniano de rito bizantino, que tuvo que ejercer su ministerio en la clandestinidad y que fue el maestro espiritual del futuro cardenal Lubomyr Husar; a Ján Chryzostom Korec, el obispo más joven de la historia de la Iglesia, que pasó 18 años en la cárcel y que luego fue nombrado cardenal por Juan Pablo II; a Iuliu Hossu, el obispo greco-católico de Cluj, que sufrió el exilio, la tortura y el aislamiento por no renunciar a su comunión con Roma y que fue proclamado beato por el papa Francisco; a Richard Wurmbrand, el pastor protestante rumano que fundó la organización Voz de los Mártires, que denunció la persecución religiosa en el mundo comunista y que escribió el famoso libro Torturado por Cristo; a Wanda Poltawska, la psiquiatra y amiga personal de Karol Wojtyla, que fue víctima de los experimentos médicos nazis y que luego se dedicó a la defensa de la vida y de la familia; a Vladimir Ghika, el príncipe rumano convertido al catolicismo, que fue un incansable misionero y ecumenista, que murió en la prisión comunista y que fue beatificado por el papa Benedicto XVI; a Alice Gondjout, la laica gabonesa que vivió en la Unión Soviética y que fue una de las fundadoras de la Comunidad de San Egidio, que se dedica al diálogo, la solidaridad y la paz; a Tadeusz Styczeń, el sacerdote y filósofo polaco, que fue uno de los colaboradores más cercanos de Juan Pablo II y que desarrolló la teología del cuerpo; a Vasile Aftenie, el obispo auxiliar de Fagaras y Alba Iulia, que fue brutalmente asesinado por la policía secreta rumana y que fue declarado venerable por el papa Francisco; y a Zofia Kossak-Szczucka, la escritora y activista católica polaca, que fundó el movimiento Zegota, que salvó a miles de judíos del Holocausto.

Un testimonio de fe, de esperanza y de amor

A través de estas biografías, el autor nos muestra cómo estos testigos de la fe vivieron su seguimiento de Cristo con fidelidad, con valentía y con alegría, a pesar de las dificultades, las amenazas y los sufrimientos que tuvieron que afrontar. Ellos no se dejaron vencer por el miedo, el odio o el rencor, sino que supieron perdonar a sus enemigos, orar por sus perseguidores y ofrecer su vida por la Iglesia y por el mundo. Ellos no se resignaron a la opresión, la injusticia o la indiferencia, sino que lucharon por la libertad, la dignidad y la fraternidad de todos los hombres. Ellos no se aislaron de la realidad, la cultura o la sociedad, sino que se implicaron en el diálogo, el servicio y la evangelización de sus contemporáneos. Ellos no se conformaron con una fe rutinaria, superficial o individualista, sino que buscaron una relación profunda, personal y comunitaria con Dios, con la Virgen María y con los santos. Ellos no se desanimaron ante las pruebas, las tentaciones o las dudas, sino que confiaron en la providencia, la misericordia y la fidelidad de Dios, que nunca los abandonó ni los defraudó.

Conclusión

El libro de Didier Rance es una invitación a conocer y a admirar a estos grandes testigos de la fe, que han sido una bendición para la Iglesia y para el mundo. Su testimonio nos interpela, nos alienta y nos ilumina en nuestro camino de discipulado cristiano. Como dice el autor: “Compartir esa gratitud es el único objetivo de este libro”.

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