La vida en común del clero medieval – J. A. Calvo

El clero medieval es uno de los temas más fascinantes y complejos de la historia de la Iglesia. Dentro de él, los canónigos regulares ocupan un lugar destacado por su combinación de vida comunitaria y actividad pastoral. Sin embargo, su conocimiento es escaso y fragmentario, especialmente en el ámbito hispánico. Por eso, el libro de José Antonio Calvo Gómez, “La vida en común del clero medieval”, es una obra de gran valor e interés, que ofrece una visión panorámica y actualizada de este fenómeno eclesial desde sus orígenes hasta el siglo XV.

Ficha técnica

  • Autor: José Antonio Calvo Gómez, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Valladolid y especialista en historia eclesiástica.
  • Temática: Historia del clero medieval, con especial atención a los canónigos regulares.

Comentario del libro “La vida en común del clero medieval”

El libro se divide en cuatro partes y dieciséis capítulos, que abarcan desde cuestiones generales, como la reforma gregoriana o la regla de san Agustín, hasta otras muy concretas, como el cabildo de Burgohondo o la congregación del Espíritu Santo. El autor utiliza una metodología variada, que combina la síntesis historiográfica, el análisis documental y la reflexión teológica.

Los orígenes de la vida común del clero

En la primera parte, el autor se ocupa del sustrato intelectual de los canónigos regulares, es decir, de los antecedentes y el contexto que propiciaron su surgimiento. Para ello, se centra en la figura de san Agustín, cuya vida y obra ejercieron una gran influencia en el ideal de vida común del clero. El autor explica las diversas prácticas comunitarias que san Agustín vivió y propuso a sus discípulos, así como los textos que conforman su regla (el Praeceptum y el Ordo monasterii) y la problemática de su transmisión. También analiza el papel de la reforma gregoriana, impulsada por el papa Gregorio VII en el siglo XI, que buscaba renovar la moral y la formación del clero, combatiendo la simonía y el nicolaísmo.

La instauración histórica (siglos XI-XV)

En la segunda parte, el autor ofrece un panorama histórico de los canónigos regulares en la Europa medieval, desde sus primeras manifestaciones hasta su consolidación y expansión. Tras revisar los precedentes carolingios, como la regla de Crodegango de Metz o el Instituto canonicorum del 816, considera que el verdadero origen de los canónigos regulares se encuentra ligado al movimiento reformador gregoriano. A partir de entonces, surgieron diversas congregaciones que adoptaron la regla de san Agustín con distintas interpretaciones. Entre ellas se encuentran algunas tan conocidas como la Orden del Santo Sepulcro, los premonstratenses o los victorinos. El autor hace una breve síntesis de cada una de estas congregaciones, destacando sus fundadores, sus características y su difusión geográfica.

Los canónigos regulares en España

En la tercera parte, el autor se centra en el caso español, que presenta algunas peculiaridades respecto al resto de Europa. Por un lado, explica las dificultades para identificar a los canónigos regulares en las fuentes medievales españolas, debido a la confusión terminológica y a la falta de estudios específicos. Por otro lado, muestra la riqueza y diversidad de las experiencias canónicas en España, que abarcan desde las órdenes militares hasta las órdenes mendicantes. El autor repasa las principales congregaciones que se establecieron o se originaron en España, como los agustinos recoletos o los jerónimos.

El cabildo regular agustiniano de Burgohondo

En la cuarta y última parte, el autor realiza un estudio monográfico sobre el cabildo regular agustiniano de Burgohondo (Ávila), fundado en 1166 por Alfonso VIII. Se trata de un ejemplo paradigmático de cómo los canónigos regulares se adaptaron a las circunstancias históricas y geográficas de cada lugar, manteniendo su identidad y su misión. El autor analiza la documentación conservada sobre este cabildo, que abarca desde el siglo XII hasta el XVIII, y que permite reconstruir su historia, su organización, su patrimonio, su liturgia y su espiritualidad.

Conclusión

El libro de José Antonio Calvo Gómez es una obra de referencia para el estudio del clero medieval y, en particular, de los canónigos regulares. El autor demuestra un amplio conocimiento de las fuentes y la bibliografía, así como una capacidad de síntesis y de crítica. El libro es de lectura ágil y atractiva, y está ilustrado con numerosas imágenes, mapas y gráficos. Además, incluye una extensa bibliografía y un índice onomástico. Se trata, sin duda, de una contribución valiosa al conocimiento de la historia de la Iglesia y de su riqueza espiritual.

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