Libro sobre la buena enseñanza y educación de los jóvenes – Juan Funguerio
La educación de los jóvenes es una tarea fundamental para la sociedad y la Iglesia. Sin embargo, no siempre se realiza de forma adecuada y eficaz. ¿Qué criterios y principios deben orientar la labor educativa? ¿Qué papel tiene la fe cristiana en la formación integral de las personas? ¿Qué desafíos y oportunidades presenta el contexto actual para la educación? Estas son algunas de las preguntas que aborda el libro “Libro sobre la buena enseñanza y educación de los jóvenes” de Juan Funguerio, un reconocido pedagogo y teólogo que ofrece una visión clara y profunda sobre la esencia y la misión de la educación desde una perspectiva creyente y bajo la guía del magisterio de la Iglesia católica.
- LIBRO SOBRE LA BUENA ENSEÑANZA Y EDUCACIÓN DE LOS JÓVENES 1584
- Tipo de producto: LIBRO ABIS
- Marca: BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS
- Funguerio, Juan(Autor)
Ficha técnica
- Autor: Juan Funguerio
- Temática: Educación, pedagogía, teología, fe cristiana
Comentario del libro “Libro sobre la buena enseñanza y educación de los jóvenes”
El libro se divide en cuatro partes, cada una de ellas con varios capítulos que desarrollan diferentes aspectos de la temática educativa.
Parte I: La educación como vocación
En esta parte, el autor expone el sentido y el valor de la educación como una vocación humana y cristiana, que implica una responsabilidad personal y social. La educación es una respuesta al llamado de Dios a colaborar en su plan de salvación, que se realiza a través de la transmisión de la verdad, el bien y la belleza. La educación es también una forma de amar al prójimo, especialmente a los más necesitados, y de contribuir al bien común. El autor destaca la importancia de tener una visión integral de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, dotada de inteligencia, voluntad, libertad y dignidad. La educación debe respetar y promover estas dimensiones, así como ayudar al desarrollo armónico de las capacidades físicas, afectivas, intelectuales, morales y espirituales.
Parte II: La educación como arte
En esta parte, el autor presenta los elementos y las condiciones que hacen posible una buena educación. La educación es un arte que requiere creatividad, sensibilidad, adaptación y perfección. El autor propone cuatro pilares fundamentales para el arte educativo: el conocimiento, el amor, la libertad y la esperanza. El conocimiento implica el dominio de los contenidos, los métodos y las técnicas pedagógicas, así como el discernimiento crítico de la realidad. El amor implica el interés genuino por el bien de los educandos, el respeto a su individualidad, el acompañamiento personalizado y la cercanía afectiva. La libertad implica el reconocimiento del protagonismo de los educandos en su propio proceso formativo, el fomento de su autonomía responsable y el respeto a su conciencia moral. La esperanza implica la confianza en las posibilidades de mejora de los educandos, el estímulo a su superación personal y el testimonio de una vida plena en Cristo.
Parte III: La educación como ciencia
En esta parte, el autor analiza los fundamentos teóricos y prácticos que sustentan la acción educativa. La educación es una ciencia que se basa en el conocimiento riguroso y sistemático de las leyes que rigen el desarrollo humano. El autor expone las principales corrientes pedagógicas que han influido en la historia de la educación, desde las antiguas hasta las modernas, pasando por las medievales y las renacentistas. El autor evalúa críticamente sus aportes y sus limitaciones desde una perspectiva cristiana, rescatando lo que hay de bueno y verdadero en cada una de ellas. El autor también presenta los principales desafíos que plantea el contexto actual para la educación, tales como la globalización, la multiculturalidad, la secularización, la tecnología y la ecología. El autor propone criterios para afrontar estos desafíos con fidelidad al Evangelio y con apertura al diálogo.
Parte IV: La educación como misión
En esta parte, el autor reflexiona sobre el papel y la responsabilidad de los agentes educativos en la realización de la misión educativa. La educación es una misión que implica una colaboración activa y comprometida con el proyecto de Dios para la humanidad. El autor identifica tres agentes educativos principales: la familia, la escuela y la Iglesia. La familia es la primera y principal educadora, que tiene el derecho y el deber de transmitir a sus hijos los valores humanos y cristianos. La escuela es la institución social que tiene la función de proporcionar a los alumnos una formación académica, cultural y cívica de calidad. La Iglesia es la comunidad de los discípulos de Cristo, que tiene la misión de anunciar el Evangelio y de educar en la fe. El autor subraya la importancia de la coordinación y la cooperación entre estos agentes educativos, así como de la formación permanente y el testimonio personal de los educadores.
Conclusión
El libro “Libro sobre la buena enseñanza y educación de los jóvenes” de Juan Funguerio es una obra valiosa y oportuna que ofrece una visión integral y profunda sobre la educación desde una perspectiva creyente y bajo la guía del magisterio de la Iglesia católica. El autor combina con acierto el rigor científico, el arte pedagógico, la vocación cristiana y la misión evangelizadora. El libro es un recurso útil y recomendable para todos los que se dedican o se interesan por la educación, especialmente en estos tiempos difíciles y cambiantes.