¿Quién soy yo para juzgar? – Edward Sri
¿Qué significa juzgar a los demás? ¿Cómo podemos responder al relativismo moral que nos rodea? ¿Qué nos enseña la Iglesia Católica sobre el discernimiento y la misericordia? Estas son algunas de las preguntas que aborda el libro “¿Quién soy yo para juzgar?” de Edward Sri, un reconocido teólogo y autor estadounidense que nos ofrece una guía práctica y profunda para vivir nuestra fe en un mundo cada vez más confuso y hostil.
- Quien Soy Yo para Juzgar (Mundo y Cristianismo)
- Paperback
- Language: Castillian
- Sri, Edward(Autor)
Ficha técnica
- Autor: Edward Sri
- Temática: Apologética, moral, espiritualidad
Comentario del libro “¿Quién soy yo para juzgar?”
El contexto del relativismo
El libro comienza con una reflexión sobre el contexto cultural en el que vivimos, marcado por el relativismo moral, que niega la existencia de una verdad objetiva y universal sobre el bien y el mal, y que reduce la moralidad a una cuestión de preferencias personales o de consenso social. El autor explica cómo este relativismo se ha infiltrado en la mentalidad de muchos católicos, que han perdido la confianza en la doctrina de la Iglesia y en su capacidad de razonar sobre la moral. Así, muchos católicos adoptan una actitud de indiferencia, de tolerancia mal entendida o de miedo a ser juzgados por defender su fe.
La respuesta de la Iglesia
Ante este panorama, el autor nos propone la respuesta de la Iglesia, que se basa en dos pilares: el discernimiento y la misericordia. El discernimiento consiste en reconocer la verdad sobre el bien y el mal, que no depende de nuestra opinión o de la moda del momento, sino que está inscrita en la naturaleza humana y revelada por Dios. El autor nos muestra cómo la Iglesia nos ayuda a discernir con su magisterio, con la razón natural y con la gracia de Dios. La misericordia consiste en acoger y acompañar a las personas que se encuentran en situaciones morales difíciles, sin condenarlas ni aprobar sus errores, sino mostrándoles el amor de Dios y el camino de la conversión. El autor nos enseña cómo la Iglesia nos llama a ser misericordiosos con los demás, sin renunciar a la verdad, sino siendo testigos de ella con caridad y respeto.
La aplicación práctica
El libro concluye con una serie de consejos prácticos para aplicar el discernimiento y la misericordia en nuestra vida cotidiana, especialmente en el ámbito familiar, social y profesional. El autor nos anima a formarnos bien en la fe, a dialogar con las personas que piensan diferente, a evitar el juicio temerario y la murmuración, a corregir fraternalmente a los que se equivocan, a pedir perdón y a perdonar, y a confiar en la misericordia de Dios. El autor también nos ofrece algunas respuestas concretas a las objeciones más comunes que se plantean contra la moral católica, especialmente en temas como el aborto, la eutanasia, el matrimonio, la sexualidad y la identidad de género.
Conclusión
“¿Quién soy yo para juzgar?” es un libro que nos ayuda a comprender y a vivir mejor nuestra fe en un mundo que nos desafía constantemente. El autor nos invita a no conformarnos con el relativismo moral, sino a buscar la verdad con humildad y a transmitirla con amor. El libro es una obra de apologética, que defiende la razón y la belleza de la moral católica, pero también de espiritualidad, que nos alienta a crecer en la santidad y en la misión. Es un libro que nos interpela y nos ilumina, que nos forma y nos transforma, que nos cuestiona y nos consuela. Es un libro que nos hace preguntarnos: ¿quién soy yo para juzgar?