Santa Juana de Chantal – Eusebio Ferrer Hortet

La vida de los santos es una fuente de inspiración y de ejemplo para los cristianos de todos los tiempos. Entre ellos, hay algunos que destacan por su capacidad de armonizar la vocación familiar con la vocación religiosa, como es el caso de Santa Juana de Chantal, madre de seis hijos y fundadora de la Orden de la Visitación de Nuestra Señora junto con San Francisco de Sales. El libro “Santa Juana de Chantal” de Eusebio Ferrer Hortet nos ofrece una entrañable biografía de esta mujer excepcional, que supo compaginar la atención a sus hijos con los trabajos de la fundación de una nueva orden, en una Francia agitada y convulsa por las guerras de religión y la política.

Ficha técnica

  • Autor: Eusebio Ferrer Hortet, periodista, escritor y profesor, autor de varias biografías de personajes históricos y religiosos, como Pemán, Juan Pablo II o Isabel II.
  • Temática: Biografía de Santa Juana de Chantal, madre y fundadora de las salesas, que narra su vida desde su nacimiento en 1572 hasta su muerte en 1641, pasando por su matrimonio, su viudez, su encuentro con San Francisco de Sales, su fundación de la Visitación y su dirección espiritual con San Vicente de Paúl.

Comentario del libro “Santa Juana de Chantal”

El libro de Eusebio Ferrer Hortet se divide en tres partes: la primera, que abarca los capítulos 1 al 5, se centra en la infancia, la juventud y el matrimonio de Juana Fréymot, baronesa de Chantal; la segunda, que comprende los capítulos 6 al 10, relata su viudez, su conversión, su amistad con San Francisco de Sales y su fundación de la Visitación; y la tercera, que ocupa los capítulos 11 al 15, describe su labor como superiora de la orden, sus experiencias místicas, sus relaciones con San Vicente de Paúl y su muerte.

Una mujer de familia

El autor nos presenta a Juana como una mujer de familia, que desde niña tuvo que afrontar la muerte de su madre y la ausencia de su padre, que se dedicaba a la política. Fue educada por su abuela y su tía, que le inculcaron una sólida formación cristiana y humana. Contrajo matrimonio con el barón de Chantal, con quien tuvo seis hijos, cuatro de los cuales sobrevivieron. Su vida conyugal fue feliz, aunque no exenta de dificultades, como las deudas, las enfermedades y las injerencias de su suegra. Juana se ocupaba de su hogar, de sus hijos, de sus criados y de los pobres, con una gran generosidad y caridad. Su marido murió en 1601, a causa de una herida en una cacería, dejando a Juana viuda a los 28 años.

Una mujer de Dios

El autor nos muestra a Juana como una mujer de Dios, que tras la muerte de su esposo, sintió el llamado a una vida más consagrada. En 1604, escuchó predicar a Francisco de Sales, obispo de Ginebra, que se convirtió en su director espiritual. Bajo su guía, Juana profundizó en su vida interior, practicó la oración, la penitencia y la obediencia, y se desprendió de sus bienes y de sus afectos. En 1607, San Francisco de Sales le expuso su proyecto de fundar una nueva congregación, dedicada a visitar y asistir a los enfermos pobres en sus casas, uniendo la vida activa con la vida contemplativa. Juana aceptó la propuesta, aunque sin olvidar la atención a sus hijos, a los que dejó bien encaminados. El primer convento de la Orden de la Visitación de Nuestra Señora se inauguró en 1610, en Annecy (Saboya).

Una mujer de Iglesia

El autor nos revela a Juana como una mujer de Iglesia, que tuvo que enfrentarse a numerosos obstáculos y dificultades para llevar adelante su obra. El principal fue la oposición del arzobispo de Lyón, que obligó a los fundadores a aceptar la clausura para las religiosas, lo que supuso un cambio radical en el carisma original. A pesar de ello, Juana no se desanimó, sino que se adaptó a las circunstancias y siguió fiel a su vocación. A partir de entonces, se sucedieron las fundaciones, los viajes, las cartas, la oración y también los episodios místicos, en los que Juana experimentó el amor de Dios y la unión con Él. En 1622, murió San Francisco de Sales, y Juana se dirigió desde entonces con San Vicente de Paúl, que la ayudó a consolidar la orden y a superar las crisis internas y externas. En 1628, se desató una epidemia, y Juana puso a disposición del pueblo todos los recursos de su convento, ella misma se contagió, pero curó milagrosamente. A su muerte, en 1641, la orden contaba con ochenta y seis conventos.

Conclusión

El libro de Eusebio Ferrer Hortet es una obra muy bien documentada y escrita, que nos acerca a la figura de Santa Juana de Chantal, una santa que supo vivir su vocación matrimonial y religiosa con una gran fidelidad y entrega a Dios y a los demás. El autor nos ofrece un retrato humano y espiritual de esta mujer, que fue madre, viuda, fundadora y mística, y que nos enseña el camino de la santidad en medio de las dificultades y los desafíos de la vida. El libro es una invitación a conocer y a imitar a esta santa, que fue canonizada por Clemente XIII en 1767, y que es patrona de las viudas, de las madres de familia y de las fundadoras.

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