Versos de amor y gloria – E.-M. Rodríguez
“Versos de amor y gloria” es un libro de poesía que nos invita a reflexionar sobre el sentido de la vida, el amor, la fe y la trascendencia. La autora, Emma-Margarita R. A.-Valdés, es catedrática de Economía Financiera y Contabilidad, y colabora en revistas y otros medios de comunicación. Su obra se caracteriza por su profundidad y sencillez, por su capacidad de expresar los sentimientos más hondos con un lenguaje claro y elegante.
- Rodríguez Arias-Valdés, Emma-Margarita(Autor)
Ficha técnica
- Autor: Emma-Margarita R. A.-Valdés
- Temática: Poesía religiosa y existencial
Comentario del libro “Versos de amor y gloria”
El libro se compone de 224 páginas divididas en cuatro partes: “La vida”, “El amor”, “La fe” y “La gloria”. Cada parte contiene una serie de poemas que siguen un hilo argumental, el de un protagonista imaginario que va evolucionando en su búsqueda de la verdad y la felicidad. Los poemas son de forma libre, sin rima ni métrica fija, pero con un ritmo y una musicalidad que los hacen muy agradables de leer.
La vida
En esta primera parte, el protagonista se enfrenta a las distintas etapas de la vida, desde la infancia hasta la vejez, pasando por la juventud y la madurez. En cada una de ellas, experimenta las alegrías y las penas, las ilusiones y las decepciones, las esperanzas y los miedos que le plantea la existencia. El autor nos muestra cómo el ser humano es un ser finito y limitado, que necesita de algo más que lo material para dar sentido a su vida. Así lo expresa en el poema “La vida es un sueño”:
La vida es un sueño, / y el sueño, vida es; / pero el sueño acaba, / y la vida también. / ¿Qué queda, pues, del sueño / y de la vida, qué? / Queda lo que no muere, / queda lo que es sin ser. / Queda el alma, que sueña / y que vive en la fe.
El amor
En la segunda parte, el protagonista descubre el amor como una fuerza que lo transforma y lo eleva, que lo hace salir de sí mismo y entregarse al otro. El amor es el motor de su vida, el que le da alegría y plenitud, el que le hace sentirse vivo y agradecido. El autor nos presenta el amor en sus diversas manifestaciones: el amor de pareja, el amor de familia, el amor de amigos, el amor de patria, el amor de Dios. Todos ellos son expresiones del mismo amor, que tiene su origen y su fin en Dios, que es amor. Así lo afirma en el poema “Amor de Dios”:
Amor de Dios, que llenas / el universo entero, / que das vida a las cosas / y a las almas, aliento; / amor de Dios, que eres / principio y fin de todo, / que eres luz y camino, / que eres paz y consuelo; / amor de Dios, que quieres / que te amemos sin miedo, / que te amemos con todo / lo que somos y tenemos; / amor de Dios, que nos das / tu amor en el misterio / de la cruz y la eucaristía, / de la gracia y el perdón; / amor de Dios, que nos llamas / a vivir en tu reino, / a compartir tu gloria / y tu felicidad sin fin.
La fe
En la tercera parte, el protagonista se adentra en el ámbito de la fe, que es la respuesta a su anhelo de trascendencia, a su necesidad de encontrar un sentido último a su vida. La fe es la que le abre los ojos a la realidad de Dios, que está presente en todo lo creado, que lo ama y lo salva, que lo invita a seguirlo y a imitarlo. La fe es la que le da la certeza de que hay algo más allá de la muerte, de que hay una vida eterna donde se cumplirán todas sus esperanzas. La fe es la que le da la fuerza para superar las dificultades, las dudas y las tentaciones que se le presentan en el camino. La fe es la que le hace vivir en la confianza, en la esperanza y en la caridad. La fe es la que le hace ser testigo de Cristo en el mundo, anunciando su mensaje y practicando sus obras. La fe es la que le hace ser miembro de la Iglesia, que es la comunidad de los creyentes, el cuerpo de Cristo, la familia de Dios. La fe es la que le hace ser hijo de Dios, heredero de su gloria, destinatario de su amor. Así lo expresa en el poema “La fe”:
La fe es la luz que alumbra / el camino de la vida, / la que nos muestra a Dios / en la noche más oscura. / La fe es la roca firme / sobre la que se edifica / la casa de nuestra alma, / que resiste a la tormenta. / La fe es la fuente clara / que sacia nuestra sed, / la que nos da el agua viva / que brota de Jesús. / La fe es el ancla segura / que nos mantiene en el puerto, / la que nos une a Cristo / en la barca de la Iglesia. / La fe es el don más grande / que Dios nos ha regalado, / la que nos hace hijos suyos / y hermanos de los santos.
La gloria
En la cuarta y última parte, el protagonista llega al final de su vida terrena, y se prepara para entrar en la vida eterna, donde le espera la gloria de Dios. La gloria es el cumplimiento de todas las promesas, el premio de todas las virtudes, la meta de todos los esfuerzos, el gozo de todos los amores. La gloria es la visión beatífica de Dios, la comunión perfecta con él, la participación de su naturaleza divina, la semejanza con su imagen. La gloria es la plenitud de la felicidad, la ausencia de todo mal, la abundancia de todo bien, la satisfacción de todos los deseos. La gloria es la eternidad sin tiempo, el espacio sin límites, la luz sin sombras, la belleza sin defectos. La gloria es el cielo, la patria, el hogar, el paraíso. Así lo describe en el poema “La gloria”:
La gloria es el sueño hecho realidad, / la realidad que supera al sueño. / La gloria es el amor sin medida, / la medida que colma al amor. / La gloria es la vida sin fin, / el fin que da sentido a la vida. / La gloria es Dios, y nada más. / Y nada más que Dios, es la gloria.
Conclusión
“Versos de amor y gloria” es un libro que nos ofrece una visión cristiana de la vida, el amor, la fe y la trascendencia, a través de una poesía bella y profunda, que nos hace pensar y sentir, que nos interpela y nos consuela, que nos eleva y nos acerca a Dios. Emma-Margarita R. A.-Valdés ha sabido plasmar en sus versos su experiencia personal de Dios, su conocimiento de la doctrina de la Iglesia, su sensibilidad literaria y su capacidad comunicativa. Se trata de un libro que puede ser leído y disfrutado por cualquier persona, creyente o no, que busque un sentido a su existencia, que quiera profundizar en su fe, que quiera expresar su amor, que quiera aspirar a la gloria.