Homilía para el Viernes Santo – Ciclo B

Lecturas de este viernes santo:
- Primera lectura: Isaías 52, 13 – 53, 12
- Salmo Responsorial: Salmo 31, 2-3.6.12-13.15-16.17.25
- Segunda lectura: Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9
- Evangelio: Juan 18, 1 – 19, 42
Notas para la reflexión:
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy nos reunimos en el inicio pleno del Triduo Pascual, un período sagrado que conmemora los eventos fundamentales de nuestra fe. Iniciamos esta jornada dirigiendo nuestra mirada hacia la cruz de Cristo, la cual se convierte en el centro de nuestra reflexión y adoración.
El Viernes Santo y el Sábado Santo se presentan como un único día junto con el Domingo de Resurrección. En estos días, vivimos en austeridad y ayuno, recordando el sacrificio de Jesús y anticipando su gloriosa resurrección. La liturgia de hoy se compone de la Palabra de Dios, seguida de la adoración de la cruz y la comunión del Cuerpo de Cristo consagrado en la Eucaristía del Jueves Santo.
Las lecturas de hoy nos sumergen en la Pasión de Cristo, revelando su entrega generosa y su identificación con el sufrimiento humano. Desde el cuarto cántico del Siervo en Isaías hasta la narrativa detallada de la Pasión según Juan, somos testigos del amor redentor de Dios manifestado en la cruz.
La muerte de Cristo no es solo un evento histórico, sino el primer acto del movimiento pascual hacia la resurrección. Contemplamos con reverencia la cruz, vistiendo el color rojo de la sangre derramada por nuestra salvación. En la cruz de Cristo, vemos representados los sufrimientos de toda la humanidad, y reconocemos que nuestro propio dolor puede tener un significado salvífico en el plan divino.
Dios, a través de su Hijo, experimentó el sufrimiento humano para salvarnos desde dentro. Jesús, el Siervo sufriente, nos enseña el valor de la obediencia y la compasión en medio del dolor. En él encontramos el ejemplo perfecto de cómo enfrentar nuestras propias cruces con fortaleza y confianza en la voluntad de Dios.
Pero hoy no nos detenemos en la cruz; miramos hacia adelante con esperanza en la resurrección. Celebramos el misterio pascual en su totalidad, sabiendo que así como Cristo resucitó, también nosotros compartiremos en su gloria. Las oraciones y las lecturas nos recuerdan que la cruz no es el final de la historia, sino el camino hacia la vida eterna.
Por lo tanto, en este Viernes Santo, nos unimos a la comunidad cristiana de todas partes para adorar la cruz y participar en la comunión del Cuerpo de Cristo. Al besar la cruz, pedimos a Cristo que nos enseñe a llevar nuestras propias cruces con valentía y esperanza. Y al recibir su cuerpo en la Eucaristía, nos regocijamos en la continua comunicación de su muerte salvadora.
Que este día santo nos inspire a vivir en comunión con Cristo, a enfrentar nuestras pruebas con fe y a mirar hacia adelante con la certeza de la resurrección. Que la cruz de Cristo sea siempre para nosotros el símbolo de amor redentor y la fuente de esperanza eterna.
Amén.
Mensaje de fe:
En este Viernes Santo, seamos inspirados por la fe inquebrantable de las mujeres junto a la cruz. Que su ejemplo nos anime a confiar en el amor y la fidelidad de Dios en todas las circunstancias de nuestras vidas.
Mensaje de esperanza:
La presencia de las mujeres junto a la cruz y su papel en la resurrección de Jesús nos ofrecen esperanza en medio de la oscuridad. Que su valiente testimonio nos recuerde que, incluso en los momentos más difíciles, Dios está obrando para traer vida y redención.
Mensaje de caridad:
Sigamos el ejemplo de las mujeres que sirvieron a Jesús con amor y devoción. Que nuestra caridad hacia Dios y hacia nuestros semejantes sea un reflejo de su amor sacrificial en la cruz.
Características:
- Duración aproximada de la homilía: 10-15 minutos.
- Dirigida a: La comunidad cristiana reunida para conmemorar el Viernes Santo.
- Frase conclusiva: En este Viernes Santo, recordemos el sacrificio de Jesús en la cruz y el ejemplo de fidelidad y amor de las mujeres que lo acompañaron. Que su testimonio nos inspire a vivir con fe, esperanza y caridad en nuestras vidas diarias.