Yo estuve siempre a su lado – Ferdinando Rancan
El Evangelio es una fuente inagotable de inspiración y de vida para los cristianos. Sin embargo, a veces puede resultarnos difícil acercarnos a él con una mirada nueva y fresca, que nos permita descubrir la riqueza y la profundidad de sus enseñanzas. ¿Cómo podemos vivir el Evangelio como una aventura personal, como un encuentro íntimo con Jesús y con María? ¿Cómo podemos meternos en el Evangelio como un personaje más, como nos aconsejaba San Josemaría Escrivá?
Ficha técnica
- Autor: Ferdinando Rancan
- Temática: Religión, espiritualidad, narrativa
Comentario del libro “Yo estuve siempre a su lado”
Ferdinando Rancan, sacerdote italiano octogenario, nos ofrece en este libro una respuesta original y creativa a estas preguntas. Se trata de la segunda parte de una obra que comenzó con “Yo también vivía en esa casa”, publicada por Ediciones Rialp, en la que el autor se introduce en el Evangelio como un niño huérfano acogido en el hogar de Nazaret, que comparte las vidas de Jesús y de María.
Un relato brioso y entrañable
En esta continuación, el autor sigue contemplando con sus ojos de niño los acontecimientos de la vida pública de Jesús, hasta su Ascensión al Cielo, así como los años posteriores de la vida de María. Con un estilo ágil y sencillo, el autor nos narra las escenas evangélicas con una mezcla de realismo y de fantasía, sin alterar la verdad histórica, pero añadiendo detalles imaginarios que enriquecen la narración y la hacen más cercana y humana. Así, por ejemplo, nos cuenta cómo el niño acompaña a Jesús en su bautismo, en sus milagros, en sus parábolas, en su pasión, en su resurrección; o cómo vive con María los primeros años de la Iglesia, la venida del Espíritu Santo, el martirio de los apóstoles, la Asunción de la Virgen.
Una invitación a la infancia espiritual
El autor no se limita a contar una historia, sino que busca transmitir un mensaje espiritual, basado en el magisterio de la Iglesia católica. El hilo conductor de su obra es la infancia espiritual, una actitud de confianza, de abandono, de sencillez, de alegría, de amor, que caracteriza a los verdaderos discípulos de Jesús. El autor se inspira en la espiritualidad de San Josemaría Escrivá, de Santa Teresa de Lisieux, de San Francisco de Asís, de San Juan de la Cruz, entre otros santos, para mostrarnos cómo podemos vivir el Evangelio con un corazón de niño, que se deja guiar y educar por Jesús y por María.
Conclusión – “Yo estuve siempre a su lado”
“Yo estuve siempre a su lado” es un libro que nos ayuda a redescubrir el Evangelio con una mirada nueva y fresca, que nos acerca y nos hace más amables las figuras de Jesús y de María. Es un libro que nos invita a vivir el Evangelio como una aventura personal, como un encuentro íntimo con el Señor y con su Madre. Es un libro que nos enseña a vivir la infancia espiritual, como una actitud de confianza, de abandono, de sencillez, de alegría, de amor, que nos hace más felices y más santos.