Amar con los brazos abiertos – Carmela Baeza

La maternidad y la lactancia son dos experiencias únicas y maravillosas que pueden vivirse con plenitud desde una perspectiva cristiana. Ese es el mensaje que nos transmite Carmela Baeza en su libro “Amar con los brazos abiertos”, una obra que combina la ciencia, la experiencia y el amor para ofrecer una visión integral y positiva de la crianza natural. En este comentario, vamos a analizar los aspectos más destacados del libro y las razones por las que puede ser de gran ayuda e inspiración para las madres y los padres que quieren amar a sus hijos con los brazos abiertos.

Amar Con Los Brazos Abiertos. Lactancia (NUEVO ENSAYO)
  • Muy bueno. ***con dedicatoria breve en zona blanca de primera página titulada***
  • C Baeza (Author)

Ficha técnica

  • Autor: Carmela Baeza Pérez-Fontán, médico de familia, consultora de lactancia y madre de cinco hijos.
  • Temática: Maternidad, lactancia y crianza desde una mirada creyente.

Comentario del libro “Amar con los brazos abiertos”

El diseño de la lactancia

La lactancia materna es el modo natural y óptimo de alimentar y cuidar a los bebés, tal y como ha sido diseñado por Dios. Así lo explica Carmela Baeza en el primer capítulo del libro, donde nos ofrece una visión científica y actualizada de los beneficios de la lactancia para la salud física y emocional de la madre y el bebé, así como para el desarrollo de su vínculo afectivo. La autora nos muestra cómo la lactancia es un proceso dinámico y adaptativo, que responde a las necesidades de cada binomio madre-hijo, y que implica una sincronización hormonal, inmunológica y neurológica entre ambos. Además, nos revela algunos datos sorprendentes y curiosos sobre la composición y las propiedades de la leche materna, que demuestran la sabiduría y el amor de Dios por sus criaturas.

Los obstáculos de la lactancia

La lactancia materna, a pesar de ser lo natural, no siempre es fácil ni sencilla, y se puede ver dificultada o impedida por diversos factores. En el segundo capítulo del libro, Carmela Baeza nos habla de los principales obstáculos que pueden encontrarse las madres que quieren amamantar a sus hijos, tanto de índole física como psicológica, social o cultural. Algunos de estos obstáculos son el dolor, las grietas, las mastitis, el cansancio, las dudas, el sentimiento de culpa, la falta de apoyo, la presión externa, los mitos, las falsas creencias o las malas prácticas. La autora nos ofrece consejos prácticos y realistas para prevenir y superar estos problemas, basados en su propia experiencia y en la evidencia científica. También nos anima a buscar ayuda profesional y a confiar en nuestra capacidad y en nuestro instinto.

Las claves de la lactancia

La lactancia materna es un arte que se aprende y se disfruta con la práctica, la información y el amor. En el tercer y último capítulo del libro, Carmela Baeza nos comparte algunas claves para vivir la lactancia con gusto y plenitud, desde una mirada creyente y bajo la guía del magisterio de la Iglesia católica. La autora nos invita a valorar la lactancia como un regalo de Dios, una forma de amar con los brazos abiertos, una vocación de servicio y una escuela de virtudes. También nos propone algunos recursos para integrar la lactancia en nuestra vida familiar, social y espiritual, como la oración, la lectura, el humor, el agradecimiento, el perdón o la entrega. Por último, nos recuerda que la lactancia es una etapa pasajera y única, que hay que vivir con intensidad y sin miedo, confiando en la providencia de Dios y en su plan de amor para cada familia.

Conclusión

“Amar con los brazos abiertos” es un libro imprescindible para todas las madres y los padres que quieren vivir la maternidad y la lactancia desde una perspectiva cristiana. Carmela Baeza nos ofrece una obra breve pero intensa, científica pero amorosa, realista pero esperanzadora, que nos abre los ojos y el corazón a la belleza y la grandeza de la crianza natural. Con un estilo claro, cercano y ameno, la autora nos transmite su conocimiento, su experiencia y su fe, y nos acompaña en el camino de amar a nuestros hijos con los brazos abiertos, como Dios nos ama a nosotros.

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