Benedicto XVI habla sobre la familia – Benedicto XVI
La familia es una realidad humana fundamental que necesita ser evangelizada y apoyada concretamente. Esta es la convicción que anima al papa emérito Benedicto XVI en sus numerosos discursos y escritos sobre el matrimonio y la familia, que han sido recopilados en este libro de la editorial Palabra. Se trata de un libro especialmente útil para profundizar en el luminoso legado doctrinal que, sobre esta temática, ha dejado a todos los hombres de buena voluntad el sucesor de san Pedro.
- Benedicto XVI Habla Sobre La Familia (Libros Palabra)
- Palabra
- Español
- Tapa blanda
Ficha técnica
- Autor: Benedicto XVI
- Temática: Matrimonio y familia
Comentario del libro “Benedicto XVI habla sobre la familia”
El libro se divide en cuatro partes, según el tipo de documento que contiene: cartas, discursos, homilías y mensajes. En cada una de ellas se puede apreciar la claridad y la profundidad con las que Benedicto XVI aborda los diversos aspectos de la realidad familiar, desde su fundamento antropológico y teológico hasta sus implicaciones pastorales y sociales.
El fundamento antropológico y teológico de la familia
Benedicto XVI parte de la afirmación de que el matrimonio y la familia no son una construcción sociológica casual, sino que hunden sus raíces en la esencia más profunda del ser humano y en la historia de la salvación. Por eso, la vocación al amor es lo que hace del hombre auténtica imagen de Dios, que se realiza en la comunión de personas abierta a la vida y a la cooperación con el plan divino. La diferencia sexual entre el hombre y la mujer no es un simple dato biológico, sino que expresa la forma del amor con el que se convierten en una sola carne. El matrimonio es, por tanto, un sacramento que refleja el amor esponsal de Cristo y la Iglesia, y que confiere a los esposos la gracia para vivir su vocación con fidelidad, indisolubilidad y fecundidad.
Los desafíos y las oportunidades de la familia
Benedicto XVI no ignora las dificultades y las amenazas que hoy se ciernen sobre la familia, como el relativismo moral, el individualismo, el hedonismo, el divorcio, el aborto, la ideología de género, las uniones homosexuales y la pobreza. Sin embargo, el Papa no se limita a denunciar estos males, sino que propone también las vías para superarlos y para aprovechar las oportunidades que se presentan para la evangelización de la familia. Entre ellas, destaca la importancia de la educación en la fe, la transmisión de los valores humanos y cristianos, el testimonio de la belleza y la alegría del amor conyugal y familiar, el acompañamiento de las familias en dificultad, la promoción de la dignidad de la mujer, la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, el diálogo con la cultura y la sociedad, y la participación activa de las familias en la vida y la misión de la Iglesia.
La familia, célula vital de la Iglesia y de la sociedad
Benedicto XVI insiste en que la familia no es una realidad aislada, sino que está inserta en el contexto eclesial y social, del que recibe y aporta bienes inestimables. La familia es, ante todo, una célula vital de la Iglesia, que nace de la familia de Nazaret y que se configura como una familia de familias. La familia es también una célula vital de la sociedad, que contribuye al bien común con su labor educativa, asistencial, económica y política. Por eso, el Papa pide a los poderes públicos que reconozcan y protejan la identidad y la misión de la familia, y que favorezcan su desarrollo integral y armónico.
Conclusión
El libro “Benedicto XVI habla sobre la familia” es una obra de gran valor para todos los que quieran conocer y profundizar en el pensamiento del papa emérito sobre esta realidad tan esencial para la Iglesia y para el mundo. Se trata de un libro que ofrece una visión integral y orgánica de la familia, que ilumina sus aspectos doctrinales y morales, que orienta su acción pastoral y social, y que alienta su testimonio de fe y de amor. Un libro que, sin duda, ayudará a las familias cristianas a vivir su vocación con alegría y esperanza, y a ser signos e instrumentos del amor de Dios en medio de los hombres.