Cadenas y terror. Un obispo greco-católico clandestino en la persecución comunista de Rumanía – I. Ploscaru

La historia de la Iglesia greco-católica rumana es una historia de fidelidad, sufrimiento y esperanza. Durante más de cuatro décadas, esta Iglesia, que conserva la tradición litúrgica oriental y está en comunión con Roma, fue perseguida y prohibida por el régimen comunista que se impuso en Rumanía tras la Segunda Guerra Mundial. Muchos de sus obispos, sacerdotes y fieles fueron encarcelados, torturados y asesinados por negarse a renunciar a su fe y a unirse a la Iglesia ortodoxa rumana, que colaboraba con el poder totalitario. Uno de esos testigos heroicos fue Ioan Ploscaru, que nos relata en este libro su dramática experiencia como obispo clandestino.

Rebajas
Cadenas y terror: Un obispo greco-católico clandestino en la persecución comunista de Rumanía: 249 (ESTUDIOS Y ENSAYOS)
  • Cadenas y terror: un obispo católico griego clandestino durante la persecución comunista en Rumania ESTUDIOS Y ENSAYOS, Volumen 249
  • Tipo de producto: LIBRO ABIS
  • Marca: BAC
  • Ploscaru, Ioan (Author)

Ficha técnica

  • Autor: Ioan Ploscaru (1911-1998), obispo greco-católico de Lugoj, Rumanía.
  • Temática: Historia, biografía, testimonio, espiritualidad.
  • Editorial: Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Madrid, 2020.
  • ISBN: 978-84-220-2144-5
  • Páginas: 479

Comentario del libro “Cadenas y terror”

El libro se divide en dos partes: la primera abarca desde el nacimiento del autor hasta su primer arresto en 1949; la segunda, desde su liberación en 1964 hasta el final del régimen comunista en 1989. En ambas partes se entremezclan los recuerdos personales del autor con los acontecimientos históricos que afectaron a la Iglesia greco-católica rumana.

Una vida al servicio de la Iglesia

Ioan Ploscaru nació en una familia campesina en Frata, Cluj, en 1911. Desde niño sintió la vocación sacerdotal y estudió en el seminario de Blaj, donde se ordenó en 1933. Amplió sus estudios teológicos en Estrasburgo, Francia, y ejerció su ministerio pastoral en diversas parroquias rumanas. En 1948 fue consagrado obispo en secreto por el nuncio apostólico Gerald O’Hara, poco después de que el gobierno comunista ilegalizara la Iglesia greco-católica y arrestara a todos sus obispos. Ioan Ploscaru se convirtió así en uno de los obispos clandestinos que mantuvieron viva la esperanza de los fieles perseguidos.

Quince años de cárcel y tortura

En agosto de 1949 fue detenido por la Securitate, la policía política del régimen, acusado de espionaje y traición a la patria. Fue sometido a brutales interrogatorios y torturas para que revelara su condición episcopal y renunciara a su unión con Roma. Resistió heroicamente y fue condenado a cadena perpetua. Pasó quince años en diversas cárceles y campos de trabajo forzado, donde compartió el sufrimiento y el martirio de otros obispos, sacerdotes y laicos greco-católicos. Entre ellos se encontraban los siete beatificados por el papa Francisco en 2019: Vasile Aftenie, Valeriu Traian Frenţiu, Ioan Suciu, Tit Liviu Chinezu, Ioan Bălan, Alexandru Rusu e Iuliu Hossu. Ioan Ploscaru describe con detalle las atrocidades que padecieron y el testimonio de fe que dieron.

Veinticinco años de vigilancia y resistencia

En 1964 fue liberado gracias a una amnistía general, pero no recuperó su libertad plena. Siguió siendo vigilado, acosado e interrogado por la Securitate durante veinticinco años. No pudo ejercer públicamente su ministerio episcopal ni contactar con otros obispos o sacerdotes greco-católicos. Sin embargo, no dejó de animar a los fieles que le visitaban o le escribían, ni de celebrar clandestinamente los sacramentos. También escribió numerosas obras de carácter didáctico, autobiográfico y espiritual, que fueron difundidas en el extranjero o en la clandestinidad. En 1989, tras la caída del comunismo, pudo salir a la luz y reorganizar la Iglesia greco-católica en su diócesis de Lugoj. Se retiró en 1996 y murió en 1998.

Conclusión

El libro “Cadenas y terror” es un documento histórico de gran valor, que nos muestra la realidad de la persecución comunista contra la Iglesia greco-católica rumana y el heroísmo de sus mártires. Al mismo tiempo, es un testimonio personal de fe, esperanza y caridad que nos inspira a seguir a Cristo en medio de las dificultades y las tentaciones del mundo. Es una obra que merece ser leída y meditada por todos los cristianos, especialmente por los que viven en países donde la libertad religiosa está amenazada o restringida. Ioan Ploscaru es un ejemplo de obispo fiel, pastor solícito y testigo valiente de la verdad.

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