Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios – Mary Eberstadt
El libro “Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios” de Mary Eberstadt es un análisis profundo y provocador sobre las causas y las consecuencias de la secularización en las sociedades modernas. La autora, una reconocida ensayista e investigadora estadounidense, plantea una tesis original y controvertida: la pérdida de la fe no se debe tanto a los avances de la ciencia, la razón o el progreso, sino al debilitamiento y la fragmentación de la familia. Según Eberstadt, la familia es el primer lugar donde se transmite y se vive la religión, y su deterioro ha provocado una crisis de sentido y de valores que ha afectado a la cultura, la política y la moral de Occidente.
- ¿Cómo se ha producido este fenómeno? La opinión más convencional defiende que primero se produjo un retroceso religioso Dios, si existe, ya no parece ser tan necesario-, seguido de un declive de la familia. Pero la autora demuestra que el proceso ha sido el inverso. ¿Qué consecuencias tiene esto en Occidente? ¿Cabe pensar en un regreso a la creencia en el mundo que viviremos?
- : Rialp
- : Mary Eberstadt
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Ficha técnica
- Autor: Mary Eberstadt
- Temática: Historia y biografías
Comentario del libro “Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios”
Una hipótesis novedosa
Eberstadt propone una inversión de la teoría clásica de la secularización, que sostiene que el declive de la religión es el resultado de la modernización. Para la autora, esta teoría no explica por qué hay países desarrollados que siguen siendo religiosos, como Estados Unidos, ni por qué hay países pobres que son seculares, como Corea del Norte. Tampoco explica por qué la secularización se ha acelerado en las últimas décadas, coincidiendo con el aumento de los divorcios, los abortos, las familias monoparentales y las uniones homosexuales.
Eberstadt sugiere que la relación entre la familia y la religión es bidireccional: la familia fortalece la religión, pero la religión también fortalece la familia. Así, la ruptura de la familia tradicional ha supuesto una pérdida de la identidad religiosa, pero también una pérdida de la cohesión social, la solidaridad, la natalidad y el bienestar. La autora apoya su hipótesis con datos estadísticos, testimonios personales y ejemplos históricos que muestran la correlación entre la familia y la fe en diferentes contextos y épocas.
Una crítica a la cultura secular
Eberstadt no se limita a describir el fenómeno de la secularización, sino que lo evalúa desde una perspectiva crítica y positiva. La autora, que se declara católica, defiende la importancia de la religión para la dignidad humana, la moral, la democracia y la paz. Critica la arrogancia y la intolerancia de la cultura secular, que pretende imponer su visión del mundo y marginar a los creyentes. También cuestiona la validez y la coherencia de los argumentos de los ateos, los agnósticos y los relativistas, que se basan en prejuicios, falacias y contradicciones.
Eberstadt no se conforma con denunciar los problemas de la secularización, sino que propone soluciones para revertir la situación. Invita a los creyentes a recuperar la confianza en su fe, a testimoniarla con valentía y a transmitirla a sus hijos. Asimismo, anima a los no creyentes a abrirse al diálogo, a cuestionar sus propias certezas y a respetar la libertad religiosa. Por último, aboga por una alianza entre la familia y la religión, que se apoyen mutuamente y que colaboren por el bien común.
Conclusión – “Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios”
El libro “Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios” de Mary Eberstadt es una obra imprescindible para comprender el presente y el futuro de nuestra civilización. La autora ofrece una visión lúcida y original sobre la relación entre la familia y la religión, y sobre los desafíos y las oportunidades que se plantean para los creyentes y los no creyentes en el siglo XXI. Se trata de un libro que invita a la reflexión, al debate y a la acción, y que aporta una esperanza fundada en la capacidad de regeneración de la familia y de la fe.