Dios, horizonte del hombre – J. de S. Lucas
El libro “Dios, horizonte del hombre” es una obra de filosofía de la religión que aborda el problema de Dios desde una perspectiva histórica, antropológica y metafísica. El autor, Juan de Sahagún Lucas, es un sacerdote y catedrático de filosofía que ha enseñado en la Universidad Pontificia de Salamanca y en la Facultad de Teología de Burgos. Su libro se inscribe en la colección Sapientia Fidei de la Biblioteca de Autores Cristianos, que reúne obras de teología y filosofía cristiana.
- Dios, horizonte del hombre: 3 (SAPIENTIA FIDEI)
- Tapa blanda
- SPANISH
- Biblioteca Autores Cristianos
Ficha técnica
- Autor: Juan de Sahagún Lucas
- Temática: Filosofía de la religión
Comentario del libro “Dios, horizonte del hombre”
El libro se divide en cuatro partes, que corresponden a los cuatro hitos principales que el autor identifica en la búsqueda de Dios por parte del hombre: la estructura de la pregunta humana por Dios, la síntesis histórica del problema, el conocimiento filosófico del Absoluto personal y su relación con el mundo y con el hombre.
La estructura de la pregunta humana por Dios
En esta parte, el autor analiza las características y las condiciones de la pregunta por Dios, que considera un hecho universal y permanente de la humanidad. Según el autor, la pregunta por Dios surge de la experiencia de la finitud y la contingencia del hombre, que lo lleva a buscar un sentido y un fundamento último para su existencia. La pregunta por Dios es, por tanto, una pregunta por el origen, el destino y el valor del hombre, que implica una dimensión cognoscitiva, afectiva y práctica. El autor afirma que la pregunta por Dios es una pregunta abierta, que no puede ser resuelta de forma definitiva ni por la razón ni por la fe, sino que exige un diálogo permanente entre ambas.
La síntesis histórica del problema
En esta parte, el autor hace un recorrido por la historia del pensamiento, mostrando cómo el problema de Dios ha sido planteado y solucionado de diversas formas por las distintas culturas y épocas. El autor distingue cuatro grandes etapas: la antigüedad, la Edad Media, la modernidad y la contemporaneidad. En cada una de ellas, el autor destaca los principales autores y corrientes que han contribuido al desarrollo de la filosofía de la religión, así como los desafíos y las dificultades que han encontrado. El autor muestra cómo el problema de Dios ha pasado de ser una cuestión central y evidente en la antigüedad y la Edad Media, a ser una cuestión marginal y problemática en la modernidad y la contemporaneidad, debido al surgimiento de la ciencia, el racionalismo, el ateísmo, el agnosticismo, el relativismo y el pluralismo.
El conocimiento filosófico del Absoluto personal
En esta parte, el autor se propone demostrar la posibilidad y la necesidad de un conocimiento filosófico de Dios, entendido como un Absoluto personal, distinto y trascendente al mundo y al hombre, pero al mismo tiempo cercano y comunicativo con ellos. El autor se basa en los argumentos clásicos de la existencia de Dios, como el argumento cosmológico, el argumento teleológico, el argumento ontológico y el argumento moral, pero los reformula y los actualiza a la luz de la crítica y del diálogo con las otras posiciones filosóficas. El autor defiende que el conocimiento filosófico de Dios no es un conocimiento exhaustivo ni definitivo, sino un conocimiento analógico y limitado, que apunta a la realidad de Dios, pero no la agota ni la encierra.
La relación del Absoluto personal con el mundo y con el hombre
En esta parte, el autor aborda el problema de la relación de Dios con el mundo y con el hombre, que plantea cuestiones como la creación, la providencia, el mal, la libertad, la gracia, la revelación y la respuesta humana. El autor sostiene que la relación de Dios con el mundo y con el hombre es una relación de amor, que respeta la autonomía y la dignidad de las criaturas, pero que al mismo tiempo las llama a una comunión y una participación en su vida. El autor reconoce que la relación de Dios con el mundo y con el hombre implica un misterio, que no puede ser explicado ni comprendido plenamente por la razón, sino que requiere la fe y la confianza en Dios.
Conclusión
El libro “Dios, horizonte del hombre” es una obra de gran valor y profundidad, que ofrece una visión global y sistemática del problema de Dios desde una perspectiva filosófica y cristiana. El autor, Juan de Sahagún Lucas, demuestra una gran erudición y una gran capacidad de síntesis, al integrar los aportes de la historia, la antropología y la metafísica, y al dialogar con las diversas corrientes y autores que han abordado el tema. El libro es una invitación a reflexionar sobre el sentido y el valor de la pregunta por Dios, que es una pregunta por el hombre mismo, y a buscar una respuesta que ilumine y oriente la vida humana.