El cristiano, luz del mundo – Juan Moya Corredor

El cristianismo es una forma de vida que implica seguir a Jesucristo, la luz del mundo, y reflejar su amor y su verdad en medio de las tinieblas. Pero, ¿cómo podemos ser luz del mundo en nuestro tiempo? ¿Qué significa ser testigos fieles del Evangelio en una sociedad pluralista y secularizada? ¿Qué desafíos y oportunidades se nos presentan como cristianos en el siglo XXI? Estas son algunas de las preguntas que aborda el libro “El cristiano, luz del mundo” de Juan Moya Corredor, un sacerdote, médico y canonista que nos ofrece una reflexión profunda y actual sobre la vocación y la misión de los discípulos de Cristo.

Rebajas
Cristiano, El. Luz Del Mundo: 70 (Libros Palabra)
  • Cristiano, El. Luz Del Mundo (Libros Palabra nº 70)
  • Ediciones Palabra, S.A.
  • Español
  • Tapa blanda

Ficha técnica

  • Autor: Juan Moya Corredor
  • Temática: Espiritualidad cristiana

Comentario del libro “El cristiano, luz del mundo”

La luz de Cristo y la sal de la tierra

El libro se divide en dos partes. La primera parte se centra en la luz de Cristo, que ilumina nuestra vida y nos llama a seguirle. El autor explica el significado de las palabras de Jesús: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8,12). Según Juan Moya Corredor, seguir a Jesús implica entrar en una relación personal con él, acoger su gracia y su verdad, y vivir según su voluntad. También implica participar de su misión, que es la de iluminar al mundo con el amor de Dios. El autor nos invita a ser conscientes de la responsabilidad que tenemos como cristianos de ser luz del mundo, es decir, de dar testimonio de nuestra fe con nuestras palabras y nuestras obras, de anunciar el Evangelio con valentía y creatividad, y de ser signos de esperanza y de alegría para los demás.

La segunda parte del libro se ocupa de la sal de la tierra, que es otra metáfora que Jesús usa para referirse a sus discípulos: “Vosotros sois la sal de la tierra” (Mt 5,13). El autor explica que la sal tiene dos funciones principales: conservar y dar sabor. Así, los cristianos tenemos que ser sal de la tierra, es decir, preservar los valores del Reino de Dios en el mundo y dar sabor a la vida con nuestra presencia y nuestra acción. El autor nos anima a ser sal de la tierra, es decir, a ser agentes de transformación social y cultural, a defender la dignidad de la persona humana y los derechos humanos, a promover la justicia y la paz, y a cuidar la creación.

La luz del mundo en el contexto actual

El libro no se limita a ofrecer una reflexión teórica, sino que también aborda los retos y las oportunidades que se nos plantean como cristianos en el contexto actual. El autor analiza algunos de los fenómenos que caracterizan nuestra época, como la globalización, el pluralismo, el relativismo, el secularismo, el individualismo, el consumismo, el hedonismo, el nihilismo, el fundamentalismo, el ecologismo, el feminismo, el humanismo, etc. El autor nos ayuda a discernir los aspectos positivos y negativos de cada uno de estos fenómenos, y nos propone criterios para vivir nuestra fe de manera coherente y dialogante con el mundo. El autor también nos ofrece algunas pistas para renovar nuestra espiritualidad, nuestra liturgia, nuestra catequesis, nuestra pastoral, nuestra evangelización, nuestra eclesialidad, nuestra comunión, nuestra caridad y nuestra misión.

Conclusión

El libro “El cristiano, luz del mundo” de Juan Moya Corredor es una obra que nos invita a profundizar en nuestra identidad y nuestra vocación como discípulos de Cristo, y a asumir el compromiso de ser testigos de su luz y de su amor en el mundo. Se trata de un libro que combina la reflexión teológica con la aplicación práctica, que nos ofrece una visión integral y actualizada del cristianismo, y que nos estimula a vivir nuestra fe con entusiasmo y esperanza. Es un libro que nos interpela y nos desafía, pero también nos alienta y nos acompaña. Es un libro que nos hace pensar, pero también nos hace rezar. Es un libro que nos habla de Dios, pero también nos habla de nosotros mismos y de los demás. Es un libro que nos ilumina y nos da sabor.

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