En torno al problema de Dios – Xavier Zubiri
El libro “En torno al problema de Dios” de Xavier Zubiri es una obra clásica de la filosofía española del siglo XX, que aborda el tema de la relación entre el hombre y la divinidad desde una perspectiva original y profunda. El autor, uno de los discípulos más destacados de Ortega y Gasset, se inspira en la fenomenología de Husserl y Heidegger, pero también en la tradición cristiana y la patrística, para ofrecer una visión novedosa del problema de Dios, que no se reduce a una cuestión de hecho o de sentimiento, sino que implica la estructura misma de la realidad y de la existencia humana. El libro, publicado por primera vez en 1964, forma parte de la colección Nuevo Ensayo de Ediciones Encuentro, que se caracteriza por publicar ensayos de interés para lectores inquietos y curiosos.
Ficha técnica
- Autor: Xavier Zubiri (1898-1983), filósofo y teólogo español, considerado uno de los pensadores más originales e influyentes de su época.
- Temática: Filosofía de la religión, metafísica, antropología filosófica.
Comentario del libro “En torno al problema de Dios”
El problema de Dios como problema filosófico
Zubiri parte de la distinción entre el problema de Dios y las pruebas de la existencia de Dios, que han ocupado a la filosofía desde la antigüedad. Mientras que las pruebas pretenden demostrar racionalmente la necesidad o la posibilidad de la existencia de Dios, el problema de Dios se refiere a la cuestión previa y más radical de si hay un problema de Dios para la filosofía, es decir, si la filosofía puede plantearse legítimamente la cuestión de la divinidad, o si esta es ajena o indiferente a su ámbito. Zubiri critica tanto el ateísmo, que niega la existencia de Dios y la relevancia de la religión, como el fideísmo, que afirma la existencia de Dios y la necesidad de la religión, pero sin apoyo racional. Ambas posturas, según Zubiri, presuponen una concepción errónea de la realidad, de la razón y de la fe, que impiden comprender el verdadero sentido del problema de Dios.
La realidad y la inteligencia humana
Para Zubiri, el problema de Dios surge de la experiencia radical de la realidad, que es el fundamento de toda filosofía. La realidad no es lo mismo que las cosas existentes, sino que es lo que se nos presenta en la percepción, como algo dado, independiente de nosotros y que nos afecta. La realidad es, en palabras de Zubiri, “de suyo”. La inteligencia humana es la facultad de aprehender la realidad, de captar lo que las cosas son “de suyo”. La inteligencia no es una mera representación o construcción de la realidad, sino una participación o comunión con la realidad. La inteligencia es, en palabras de Zubiri, “sentiente”. La inteligencia sentiente nos permite no solo conocer las cosas, sino también trascenderlas, es decir, ir más allá de lo que se nos da inmediatamente, y preguntarnos por el sentido, el origen y el destino de la realidad.
Dios como fundamento de la realidad
Zubiri sostiene que la inteligencia sentiente nos lleva a plantearnos el problema de Dios, como el problema del fundamento último de la realidad. Dios no es una cosa más entre las cosas, ni una idea más entre las ideas, sino el principio y el fin de todo lo que es. Dios no es un objeto de conocimiento, sino la condición de posibilidad de todo conocimiento. Dios no es una hipótesis o una demostración, sino una evidencia o una certeza. Dios no es una creencia o un sentimiento, sino una vivencia o una experiencia. Dios no es una realidad entre otras, sino la realidad misma, en su plenitud y en su trascendencia. Dios es, en palabras de Zubiri, “el de suyo absoluto”.
Conclusión
El libro de Zubiri es una obra maestra de la filosofía, que nos invita a reflexionar sobre el problema de Dios, como el problema más radical y más decisivo para el hombre. Zubiri nos ofrece una visión original y profunda de la realidad, de la inteligencia y de Dios, que supera los límites y las contradicciones de las filosofías anteriores, y que se abre al diálogo con la ciencia, la cultura y la religión. Zubiri nos propone una filosofía que no se conforma con explicar o describir la realidad, sino que busca comprenderla y vivirla, desde una actitud de asombro, de búsqueda y de amor. Zubiri nos muestra que el problema de Dios no es un problema abstracto o teórico, sino un problema vital y existencial, que afecta a nuestra forma de ser, de pensar y de actuar.