Eucaristía y divorcio. ¿Hacia un cambio de doctrina? – J. Granados
La cuestión de la admisión a la comunión eucarística de los fieles divorciados y vueltos a casar civilmente ha sido uno de los temas más debatidos en el Sínodo de los Obispos sobre la familia celebrado en 2014 y 2015. Algunos han propuesto una modificación de la actual disciplina eclesial, que se basa en la doctrina sobre la indisolubilidad del matrimonio sacramental, para permitir el acceso a la eucaristía de algunos casos particulares, apelando a la misericordia y a la pastoralidad. Otros han defendido la continuidad y coherencia de la doctrina y la praxis, recordando el valor y el significado del matrimonio y de la eucaristía en el plan de Dios.
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En este contexto, el profesor José Granados García, especialista en teología sacramental y vicepresidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la familia, ha publicado un ensayo titulado «Eucaristía y divorcio. ¿Hacia un cambio de doctrina?», en el que ofrece una reflexión profunda y rigurosa sobre esta cuestión, desde una perspectiva bíblica, teológica y antropológica.
Ficha técnica
- Autor: José Granados García
- Temática: Teología sacramental, matrimonio, divorcio, eucaristía, doctrina, pastoral
- Editorial: Palabra
- Año: 2014
- Páginas: 160
Comentario del libro “Eucaristía y divorcio. ¿Hacia un cambio de doctrina?”
La doctrina como relato de salvación
El autor parte de una pregunta clave: ¿qué es y qué puesto ocupa la doctrina en la fe y en la vida cristiana? Para responder, recurre al testimonio de las Sagradas Escrituras, que presentan la doctrina como un relato de salvación, es decir, como una narración de cómo Dios actúa en la historia para liberar al hombre del pecado y conducirlo a la comunión con Él. La doctrina no es una mera teoría abstracta o una norma jurídica, sino una luz que ilumina la verdad de la propia vida, que se inserta en la vida de Jesucristo. Por tanto, la doctrina posee un dinamismo creativo y fecundo, que no se opone a la vida, sino que la abre a nuevas posibilidades.
La celebración como expresión de la doctrina
El autor pasa luego a analizar el vínculo entre lo que se cree (la doctrina) y lo que se celebra (los sacramentos), especialmente el bautismo y la eucaristía. El bautismo es el ámbito típico de la recepción del credo y de la inserción de la propia historia en la de Jesús. La eucaristía comporta un componente narrativo sobre la historia de Jesús, que se actualiza en cada celebración. En los sacramentos se da una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, entre lo que se profesa y lo que se vive. Por eso existe un “derecho sacro”, que regula las condiciones para recibir el cuerpo de Cristo, según el criterio del discernimiento (1 Cor 11,27-29).
El matrimonio como sacramento del amor
El autor dedica el capítulo central del libro al matrimonio como sacramento del amor entre Cristo y la Iglesia (Ef 5,32). El matrimonio es una realidad creada por Dios desde el principio (Gn 2,24), elevada por Cristo a la dignidad de sacramento (Mt 19,6), e integrada en el misterio pascual (Jn 2). El matrimonio es una alianza indisoluble entre un hombre y una mujer, que se entregan mutuamente todo su ser (cuerpo, alma y espíritu) en orden al bien de los esposos y a la procreación y educación de los hijos. El matrimonio es también una comunión eucarística, que expresa y alimenta el amor conyugal con el cuerpo de Cristo. El matrimonio es finalmente una misión eclesial, que testimonia y comunica el amor de Dios al mundo.
El divorcio como ruptura del amor
El autor aborda después el problema del divorcio, que supone una ruptura del amor conyugal y una contradicción con el signo sacramental del matrimonio. El divorcio es una realidad dolorosa y compleja, que afecta a muchas personas y familias. El autor reconoce la existencia de situaciones irregulares, en las que puede haber atenuantes o circunstancias que disminuyan la responsabilidad o la culpabilidad de los implicados. Sin embargo, el autor advierte que el divorcio no puede ser considerado como una solución pastoral, sino como un fracaso humano y una herida espiritual. El divorcio no puede ser legitimado por la Iglesia, ni admitido como una opción válida para los cristianos.
La misericordia como camino de conversión
El autor concluye el libro con una reflexión sobre la misericordia, que es el rostro de Dios revelado en Jesucristo. La misericordia no es una concesión o una tolerancia, sino un llamado a la conversión y a la santidad. La misericordia no implica un cambio de doctrina, sino una profundización en ella. La misericordia no supone una ruptura con la tradición, sino una fidelidad creativa a ella. La misericordia no excluye a nadie, sino que invita a todos a participar de la vida de Dios. La misericordia se manifiesta en la Iglesia, que acompaña y sostiene a los fieles divorciados y vueltos a casar civilmente, ofreciéndoles diversos medios de gracia, como la palabra de Dios, la oración, la penitencia, la caridad y la comunión espiritual. La Iglesia les pide también que se abstengan de recibir la comunión eucarística, como signo de respeto y coherencia con el sacramento del matrimonio.
Conclusión
El libro de José Granados García es una obra valiosa y oportuna, que contribuye al debate teológico y pastoral sobre el matrimonio y la eucaristía. El autor ofrece una visión integral y orgánica de la doctrina cristiana sobre estos sacramentos, basada en las fuentes bíblicas y en el magisterio de la Iglesia. El autor defiende con claridad y firmeza la indisolubilidad del matrimonio sacramental y la imposibilidad de admitir a la comunión eucarística a los fieles divorciados y vueltos a casar civilmente, sin caer en el rigorismo ni en el sentimentalismo. El autor propone también un camino de misericordia y acompañamiento para estas personas, que les ayude a vivir su situación con fe y esperanza.