Filosofía del saber – L.-Eulogio Palacios
¿Qué es el saber? ¿Qué tipos de saberes existen? ¿Qué relación hay entre el saber teórico y el práctico, entre el saber científico y el técnico, entre el saber natural y el sobrenatural? Estas son algunas de las preguntas que se plantea y responde el filósofo español L.-Eulogio Palacios en su obra “Filosofía del saber”, publicada por Ediciones Encuentro en la sección “Ensayo”. Se trata de un libro que ofrece una visión personal, pero rigurosa y sistemática, de los fundamentos y las divisiones del conocimiento humano, desde una perspectiva creyente y en consonancia con el magisterio de la Iglesia católica.
- Palacios, Leopoldo Eulogio (Author)
Ficha técnica
- Autor: L.-Eulogio Palacios
- Temática: Filosofía del conocimiento
Comentario del libro “Filosofía del saber”
Los elementos de la ciencia
El libro se divide en cuatro partes, que corresponden a los cuatro niveles de abstracción que el autor distingue en el saber humano. La primera parte se ocupa de los elementos que componen la ciencia, entendida como un conjunto de conocimientos verdaderos y demostrados. En esta parte, Palacios analiza las nociones de intuición y abstracción, los conceptos y las proposiciones, los axiomas y las tesis, y la demostración, el análisis y la síntesis. El autor defiende que la intuición es el acto originario y fundamental del conocimiento, que nos permite captar la realidad en su singularidad y concreción. La abstracción, en cambio, es el proceso por el que separamos mentalmente algunos aspectos de la realidad para formar conceptos universales y abstractos. Los conceptos se expresan mediante palabras, que son signos convencionales, y se combinan en proposiciones, que son juicios que afirman o niegan algo. Los axiomas son proposiciones evidentes por sí mismas, que no necesitan demostración, y las tesis son proposiciones que se demuestran a partir de los axiomas. La demostración es el razonamiento que muestra la verdad de una tesis mediante la conexión necesaria de sus premisas y su conclusión. El análisis es el método que parte de lo compuesto y lo divide en sus partes, y la síntesis es el método que parte de lo simple y lo une para formar un todo.
La división del saber
La segunda parte del libro se dedica a establecer y justificar la división fundamental de todo el saber humano en teórico y práctico. El saber teórico es el que tiene por fin el conocimiento de la verdad, mientras que el saber práctico es el que tiene por fin la acción o la producción. El saber teórico se basa en la contemplación de la realidad, y se rige por el principio de no contradicción, que afirma que una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto. El saber práctico se basa en la intervención sobre la realidad, y se rige por el principio de finalidad, que afirma que toda acción o producción tiene un fin u objetivo. El autor sostiene que el saber teórico y el práctico se complementan y se ordenan entre sí, y que ambos dependen del saber sobrenatural, que es el que Dios nos revela por medio de la fe y la gracia.
Las ciencias especulativas
La tercera parte del libro se ocupa de las ciencias especulativas, que son las que pertenecen al saber teórico. Palacios propone un nuevo esquema de cuatro órdenes de abstracción científica, que son: la matemática, la ciencia de la naturaleza, la metafísica y la lógica. La matemática es la ciencia que estudia las cantidades y las figuras, prescindiendo de la materia y de la existencia. La ciencia de la naturaleza es la ciencia que estudia los seres materiales y sus propiedades, atendiendo a la materia y a la existencia. La metafísica es la ciencia que estudia el ser en cuanto ser, y sus atributos y causas, trascendiendo la materia y la existencia. La lógica es la ciencia que estudia las formas y las leyes del pensamiento, sin considerar el contenido ni la verdad. El autor explica las características, los métodos y los problemas de cada una de estas ciencias, y muestra su relación y su jerarquía.
Las ciencias prácticas
La cuarta y última parte del libro se dedica a las ciencias prácticas, que son las que pertenecen al saber práctico. Palacios distingue entre las ciencias productivas, que tienen por fin la producción de algo externo al agente, y las ciencias activas, que tienen por fin la acción del agente mismo. Las ciencias productivas son las artes y las técnicas, que se ocupan de la fabricación de objetos o de la realización de obras. Las ciencias activas son las morales, que se ocupan de la conducta humana en relación con el bien y el mal. El autor describe las diferentes artes y técnicas, como la arquitectura, la pintura, la música, la medicina, la ingeniería, etc., y las diferentes ciencias morales, como la ética, la política, la economía, el derecho, etc. El autor también señala la importancia de la prudencia, la virtud que nos permite elegir y ordenar los medios adecuados para alcanzar el fin.
Conclusión
“Filosofía del saber” es un libro que ofrece una visión completa y coherente del conocimiento humano, desde una perspectiva filosófica y cristiana. El autor demuestra un gran dominio de la historia y de la terminología de la filosofía, así como una capacidad de síntesis y de claridad expositiva. Se trata de una obra que invita a la reflexión y al diálogo, y que aporta una luz valiosa para comprender la naturaleza y el sentido del saber. Es, sin duda, uno de los libros más sólidos y originales de la filosofía española contemporánea, y una lectura recomendable para todo aquel que quiera profundizar en el tema.