Introducción a la vida de oración – Romano Guardini

La oración es una de las dimensiones esenciales de la vida cristiana, que nos permite entrar en comunión con Dios y crecer en su amor. Sin embargo, muchas veces nos encontramos con dificultades para orar, ya sea por falta de tiempo, de método, de fervor o de perseverancia. ¿Cómo podemos aprender a orar mejor y más profundamente? ¿Qué nos enseña la Iglesia sobre la oración? ¿Qué nos dice la experiencia de los santos y los maestros espirituales?

Para responder a estas preguntas, podemos recurrir a la obra de uno de los teólogos más influyentes del siglo XX: Romano Guardini. En su libro “Introducción a la vida de oración”, el autor nos ofrece una guía práctica y profunda para iniciarnos en el arte de la oración, desde sus fundamentos teológicos hasta sus formas concretas.

Ficha técnica

  • Autor: Romano Guardini
  • Temática: Oración y espiritualidad

Comentario del libro “Introducción a la vida de oración”

La oración como actitud fundamental del cristiano

Romano Guardini comienza su libro afirmando que la oración es la actitud fundamental del cristiano, que lo distingue de los demás hombres y lo hace capaz de vivir según el Evangelio. La oración es el encuentro personal con Dios, que nos habla y nos escucha, que nos ama y nos pide amor. La oración es el medio para conocer a Dios, para adorarlo, para agradecerle, para pedirle perdón y ayuda, para ofrecerle nuestra vida y nuestra voluntad.

Para orar, no basta con pronunciar palabras o cumplir ritos externos. Es necesario tener fe, esperanza y caridad, que son las virtudes teologales que nos unen a Dios y nos hacen participar de su vida. La oración requiere también humildad, confianza, sinceridad, atención y perseverancia. La oración es un don de Dios, que nos invita a orar y nos ayuda con su gracia, pero también es una tarea del hombre, que debe responder a esa invitación y cooperar con esa gracia.

La oración como diálogo con Dios

Romano Guardini explica que la oración es un diálogo con Dios, que implica dos momentos: la escucha y la respuesta. La escucha es el acto de prestar atención a la palabra de Dios, que se nos revela en la Sagrada Escritura, en la Tradición, en el Magisterio, en la liturgia, en los acontecimientos de la historia y de nuestra vida, en la voz de nuestra conciencia y en los signos de los tiempos. La escucha nos permite conocer la voluntad de Dios, sus planes, sus promesas, sus mandamientos, sus consuelos, sus correcciones y sus invitaciones.

La respuesta es el acto de dirigirnos a Dios, con nuestras palabras o con nuestro silencio, con nuestros gestos o con nuestro corazón, expresando nuestra fe, nuestra esperanza, nuestra caridad, nuestra alabanza, nuestra acción de gracias, nuestra súplica, nuestra contrición, nuestra ofrenda, nuestra intercesión y nuestra contemplación. La respuesta nos permite manifestar nuestro amor a Dios, nuestra adhesión a su voluntad, nuestra dependencia de su providencia, nuestra confianza en su misericordia, nuestra alegría en su presencia y nuestra unión con su misterio.

La oración como forma de vida

Romano Guardini señala que la oración no es solo un acto aislado o una práctica ocasional, sino una forma de vida, que impregna toda nuestra existencia y la orienta hacia Dios. La oración es la respiración del alma, que nos mantiene vivos y sanos en la gracia. La oración es el alimento del espíritu, que nos nutre y fortalece en la virtud. La oración es el camino de la santidad, que nos purifica y transforma en la imagen de Cristo.

Para vivir de oración, no basta con dedicar unos minutos al día o a la semana a rezar. Es necesario orar siempre, en todo tiempo y lugar, en todo momento y circunstancia, con todo nuestro ser y con toda nuestra vida. Es necesario orar con la mente, meditando la palabra de Dios y sus misterios. Es necesario orar con el corazón, amando a Dios y al prójimo con un amor sincero y generoso. Es necesario orar con las manos, haciendo el bien y cumpliendo nuestros deberes. Es necesario orar con los labios, pronunciando las fórmulas de la Iglesia o las palabras que brotan de nuestro interior. Es necesario orar con el cuerpo, participando en los sacramentos y en los gestos litúrgicos. Es necesario orar con el espíritu, dejándonos guiar por el Espíritu Santo y entrando en la intimidad de Dios.

Conclusión

El libro de Romano Guardini es una obra maestra de la teología y de la espiritualidad, que nos enseña a orar con profundidad y con sencillez, con doctrina y con experiencia, con rigor y con ternura. Es un libro que nos ayuda a comprender el sentido y el valor de la oración, que nos anima a practicarla con frecuencia y con fervor, que nos muestra los obstáculos y las ayudas para orar, que nos propone los métodos y las formas de orar, que nos invita a seguir el ejemplo y la escuela de los santos y de los maestros espirituales.

Es un libro que no solo se lee, sino que se reza, que no solo se estudia, sino que se vive, que no solo se recomienda, sino que se regala. Es un libro que no puede faltar en la biblioteca de todo cristiano que quiera crecer en su vida de oración y en su unión con Dios.

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