La desamortización española – Francisco Martí Gilabert

La desamortización española - Francisco Martí Gilabert

La desamortización española fue un proceso histórico que tuvo lugar en el siglo XIX y que supuso la venta de los bienes de la Iglesia, la nobleza y los municipios a particulares. El objetivo de este proceso era recaudar fondos para el Estado, modernizar la economía y reducir el poder de las instituciones tradicionales. Sin embargo, la desamortización también tuvo consecuencias negativas, como la pérdida de patrimonio artístico, cultural y social, el empobrecimiento de las clases populares y el aumento de la conflictividad política.

Ficha técnica

  • Autor: Francisco Martí Gilabert
  • Temática: Historia de España

Comentario del libro “La desamortización española”

Francisco Martí Gilabert es un historiador español, profesor de la Universidad de Navarra y miembro del Opus Dei. En este libro, publicado por la editorial Rialp en 2003, ofrece un análisis riguroso y documentado de la desamortización española, desde sus antecedentes hasta sus repercusiones.

Los antecedentes de la desamortización

El autor explica que la desamortización no fue un fenómeno aislado, sino que se enmarca en el contexto de las transformaciones políticas, económicas y sociales que se produjeron en Europa a partir de la Revolución Francesa. La Ilustración, el liberalismo y el nacionalismo cuestionaron el orden del Antiguo Régimen, basado en la monarquía absoluta, los privilegios estamentales y la unidad católica. En España, la invasión napoleónica y la Guerra de la Independencia provocaron una crisis dinástica y una división entre los partidarios de la tradición y los defensores de la modernización.

Las fases de la desamortización

El autor distingue tres fases principales en el desarrollo de la desamortización: la de Godoy, la de Mendizábal y la de Madoz. Cada una de ellas respondió a unas circunstancias políticas y económicas diferentes, y afectó a unos bienes y a unos sectores distintos.

  • La desamortización de Godoy (1798-1808) fue la primera iniciativa de este tipo en España, impulsada por el ministro favorito de Carlos IV. Su objetivo era financiar la guerra contra Francia y Gran Bretaña, y favorecer el desarrollo de la agricultura y la industria. Afectó principalmente a los bienes de la Iglesia, especialmente a los de las órdenes religiosas, y se realizó mediante subastas públicas. Sin embargo, esta medida no tuvo mucho éxito, ya que se encontró con la oposición del clero, de los campesinos y de los propios compradores, que temían perder sus inversiones.
  • La desamortización de Mendizábal (1836-1837) fue la más importante y la más polémica de todas. Se llevó a cabo durante la primera guerra carlista, que enfrentó a los partidarios de Isabel II, apoyados por los liberales, y los de Carlos María Isidro, respaldados por los absolutistas. Su impulsor fue Juan Álvarez Mendizábal, ministro de Hacienda del gobierno liberal. Su finalidad era obtener recursos para la guerra, consolidar el régimen liberal y debilitar el poder de la Iglesia. Afectó a todos los bienes de la Iglesia, excepto los de culto, y se realizó mediante subastas públicas o adjudicaciones directas. Sin embargo, esta medida también tuvo graves inconvenientes, como la especulación, el fraude, la corrupción, la destrucción de obras de arte y la desatención de las obras sociales.
  • La desamortización de Madoz (1855-1856) fue la última y la más completa de las desamortizaciones. Se llevó a cabo durante el bienio progresista, que supuso un intento de profundizar en las reformas liberales. Su promotor fue Pascual Madoz, ministro de Hacienda del gobierno progresista. Su propósito era sanear las finanzas públicas, fomentar el desarrollo económico y social y consolidar el Estado liberal. Afectó a todos los bienes que quedaban en manos muertas, tanto de la Iglesia como de la nobleza y los municipios, y se realizó mediante subastas públicas. Sin embargo, esta medida también tuvo efectos negativos, como la concentración de la propiedad, el aumento de la deuda pública, la desaparición de bienes comunales y la marginación de las clases populares.

Las consecuencias de la desamortización

El autor evalúa las consecuencias de la desamortización desde una perspectiva histórica y desde una visión creyente, bajo la guía del magisterio de la Iglesia católica. Reconoce que la desamortización tuvo algunos aspectos positivos, como la racionalización de la administración pública, la modernización de la economía y la sociedad, y la democratización de la política y la cultura. Sin embargo, también destaca los aspectos negativos, como la pérdida de patrimonio artístico, cultural y social, el empobrecimiento de las clases populares y el aumento de la conflictividad política. Además, critica la desamortización desde una perspectiva religiosa, al considerar que supuso un ataque a la Iglesia, a su libertad, a su misión y a su identidad. El autor defiende que la Iglesia no era una institución parasitaria, sino que cumplía una función espiritual, educativa y asistencial, y que sus bienes no eran un obstáculo, sino un instrumento para el bien común.

Conclusión

En definitiva, el libro de Francisco Martí Gilabert es una obra de referencia para comprender la desamortización española, un proceso histórico que marcó el paso del Antiguo Régimen al Estado liberal, y que tuvo profundas repercusiones en la economía, la sociedad, la política y la religión. El autor ofrece un análisis riguroso y documentado, basado en fuentes primarias y secundarias, y expone su visión crítica y positiva, desde una perspectiva histórica y desde una visión creyente. El libro es de fácil lectura, está bien estructurado y cuenta con un índice onomástico y un índice de materias. Es, sin duda, una obra recomendable para todos los interesados en la historia de España y la historia de la Iglesia.

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