La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975) – Feliciano Montero
La historia de la Iglesia en España durante el franquismo es una de las más complejas y apasionantes del siglo XX. ¿Cómo se pasó de la plena identificación y colaboración con el régimen de Franco a la crítica, la disidencia y el apoyo a la democracia? ¿Qué papel tuvo el Concilio Vaticano II en este proceso? ¿Qué actitudes adoptaron los obispos, los sacerdotes y los laicos católicos ante el cambio político y social? Estas son algunas de las preguntas que intenta responder el libro “La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)” de Feliciano Montero, uno de los principales especialistas en la historia del catolicismo español contemporáneo.
- Montero García, Feliciano (Author)
Ficha técnica
- Autor: Feliciano Montero García (1948-2018), catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Alcalá y autor de numerosas obras sobre el catolicismo social, el movimiento católico y la Acción Católica en el siglo XX.
- Temática: Historia religiosa, historia política, franquismo, transición, Iglesia católica.
Comentario del libro “La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)”
El despegue de la base
El libro se divide en cinco capítulos que abarcan desde el final de la autarquía hasta la muerte de Franco. El primero se centra en el llamado “despegue de la base”, es decir, el surgimiento de una corriente crítica y renovadora en el seno de los movimientos de apostolado seglar, especialmente la Acción Católica y sus ramas especializadas (Juventud Estudiante Católica, Juventud Obrera Cristiana, Hermandad Obrera de Acción Católica). Estos movimientos, influidos por la doctrina social de la Iglesia y la teología del compromiso temporal, se enfrentaron al nacionalcatolicismo y al integrismo, y buscaron una mayor autonomía y participación de los laicos en la vida eclesial y social. Feliciano Montero analiza con detalle las tensiones internas y externas que vivieron estos movimientos, así como su evolución ideológica y organizativa.
El Concilio Vaticano II y la renovación eclesial
El segundo capítulo se dedica al Concilio Vaticano II (1962-1965), el gran acontecimiento que marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia universal y española. El autor explica el contexto histórico y teológico del Concilio, los principales debates y documentos que se produjeron, y la recepción y aplicación del mismo en España. El Concilio supuso una apertura de la Iglesia al mundo moderno, una reforma de sus estructuras y una redefinición de su misión. También implicó un cambio de actitud hacia el Estado y la sociedad, basado en el reconocimiento de la libertad religiosa, el ecumenismo y el diálogo. El Concilio fue acogido con entusiasmo por los sectores más progresistas de la Iglesia española, pero también generó resistencias y divisiones entre los más conservadores.
La Jerarquía eclesiástica y el distanciamiento del régimen
El tercer capítulo se ocupa de la actitud de la Jerarquía eclesiástica, es decir, los obispos y el clero, ante el franquismo y el Concilio. El autor muestra cómo la Jerarquía, que había sido un pilar fundamental del régimen, fue adoptando una postura más crítica y distante, en consonancia con las orientaciones del Vaticano y las demandas de la base. Este proceso se manifestó en la renovación del episcopado, la reforma de los seminarios, la creación de la Conferencia Episcopal, la celebración de la Asamblea Conjunta de obispos y sacerdotes (1971) y la figura del cardenal Tarancón, que se convirtió en el líder de la Iglesia española y en el interlocutor con el poder político. El autor también señala las dificultades y los conflictos que tuvo que afrontar la Jerarquía, tanto por parte del gobierno y los sectores más intransigentes del catolicismo, como por parte de los movimientos de base y los cristianos de izquierda.
La Iglesia y los movimientos sociales y políticos
El cuarto capítulo se centra en la relación de la Iglesia con los movimientos sociales y políticos que surgieron en España en los años sesenta y setenta, y que cuestionaron el orden establecido y reclamaron la democratización del país. El autor destaca el papel de la Iglesia como agente de cambio social, que contribuyó a la formación de una opinión pública crítica, a la defensa de los derechos humanos y a la creación de espacios de participación y asociacionismo. Asimismo, analiza la implicación de los católicos en los movimientos obrero, estudiantil, vecinal, regionalista y feminista, así como en los partidos y sindicatos de oposición al franquismo, especialmente en la democracia cristiana y la izquierda cristiana. El autor también muestra la diversidad y la complejidad de las posiciones y las experiencias de los católicos, que oscilaron entre el reformismo y el radicalismo, entre la colaboración y el enfrentamiento, entre la fidelidad y la ruptura con la Iglesia.
La Iglesia y la Transición a la democracia
El quinto y último capítulo se ocupa de la Transición a la democracia, que se inició tras la muerte de Franco en 1975 y que culminó con la aprobación de la Constitución de 1978. El autor explica el papel de la Iglesia en este proceso, que fue fundamentalmente de apoyo y facilitación, pero también de vigilancia y presión. La Iglesia, representada por el cardenal Tarancón, apostó por la reconciliación nacional, el consenso político y la ruptura pactada con el franquismo. También defendió los principios y valores democráticos, como el pluralismo, la libertad y la justicia social. Sin embargo, la Iglesia también tuvo que hacer frente a los retos y los problemas que planteaba la nueva situación, como la pérdida de privilegios, la secularización, el divorcio, el aborto, el terrorismo y la violencia.
Conclusión
El libro de Feliciano Montero es una obra de referencia para comprender la historia de la Iglesia en España durante el franquismo y la Transición. Se trata de un estudio riguroso, documentado y equilibrado, que combina el análisis global con el detalle de los casos y los testimonios. El autor ofrece una visión panorámica y a la vez matizada de la evolución de la Iglesia y del catolicismo español, que pasaron de la colaboración a la disidencia con el régimen de Franco, y que jugaron un papel decisivo en la democratización del país. El libro es también una invitación a reflexionar sobre el sentido y la relevancia de la historia religiosa, que no puede reducirse a una mera historia eclesiástica, sino que debe integrarse en la historia social y política, y que debe tener en cuenta la dimensión espiritual y moral de la acción humana.