La quiebra de la historia progresista – Pío Moa

La historia del siglo XX español ha sido objeto de numerosas interpretaciones, a menudo marcadas por el sesgo ideológico o el prejuicio partidista. Entre las visiones más extendidas y aceptadas se encuentra la que podríamos llamar “progresista”, que presenta la Segunda República como un modelo de democracia avanzada, la Guerra Civil como una lucha entre el fascismo y la libertad, y el franquismo como una dictadura oscurantista y represiva. Sin embargo, esta visión no resiste un análisis riguroso y documentado, y se basa en muchos mitos y falsedades que han deformado la comprensión de nuestro pasado reciente.

Ficha técnica

  • Autor: Pío Moa
  • Temática: Historia del siglo XX español

Comentario del libro “La quiebra de la historia progresista”

En este libro, el historiador y escritor Pío Moa ofrece una crítica demoledora de la historia progresista, que considera una quiebra intelectual y moral. Moa repasa las principales obras y autores que han difundido esta historia, como Antony Beevor, Paul Preston, Santos Juliá, Ángel Viñas o Javier Reig, y señala sus errores, contradicciones, manipulaciones y tergiversaciones. Moa no se limita a desmontar sus argumentos, sino que también propone una visión alternativa, basada en una investigación rigurosa y una interpretación coherente de los hechos.

La Segunda República

Moa cuestiona la imagen idealizada de la Segunda República, que según él fue un régimen inestable, violento y antidemocrático, que provocó la división y el enfrentamiento entre los españoles. Moa sostiene que la República no fue una consecuencia natural de la evolución política del país, sino una imposición de una minoría radicalizada, que se aprovechó de la debilidad del gobierno de Primo de Rivera y de la renuncia del rey Alfonso XIII. Moa afirma que la República no respetó la voluntad popular expresada en las elecciones municipales de 1931, que dieron la victoria a los monárquicos en la mayoría de las circunscripciones, y que impuso una Constitución sectaria y excluyente, que atentaba contra los derechos y libertades de los católicos, los regionalistas y los conservadores. Moa también denuncia la responsabilidad de la República en el auge de los nacionalismos periféricos, que amenazaron la unidad de España, y en la radicalización de las izquierdas, que optaron por la vía revolucionaria y la violencia.

La Guerra Civil

Moa rechaza la visión maniquea de la Guerra Civil, que la presenta como una lucha entre el fascismo y la democracia, o entre el progreso y el atraso. Moa defiende que la guerra fue una consecuencia de la quiebra de la legalidad republicana, provocada por el golpe de Estado del Frente Popular en febrero de 1936, que anuló los resultados de las elecciones de noviembre de 1935, que habían dado la victoria a la derecha. Moa sostiene que el alzamiento militar de julio de 1936 fue una reacción legítima y necesaria para restaurar el orden constitucional y evitar el caos y la anarquía que se habían desatado en el país. Moa también destaca el carácter nacional y católico de la sublevación, que contó con el apoyo de amplios sectores de la sociedad española, y que se enfrentó a un gobierno ilegítimo y a una coalición de fuerzas revolucionarias y separatistas, que pretendían imponer un régimen totalitario y desintegrar España.

El franquismo

Moa revisa la imagen negativa del franquismo, que lo considera una dictadura sanguinaria y retrógrada, que mantuvo a España aislada y atrasada durante casi cuarenta años. Moa reconoce que el franquismo tuvo aspectos negativos, como la represión política, la censura, el corporativismo o el inmovilismo, pero también resalta sus aspectos positivos, como la pacificación del país, la reconstrucción económica, la mejora social, la apertura cultural y la evolución democrática. Moa afirma que el franquismo fue un régimen autoritario, pero no totalitario, y que supo adaptarse a las circunstancias históricas y a las demandas de la sociedad. Moa también defiende que el franquismo fue el garante de la unidad de España y de su soberanía nacional, y que sentó las bases para la transición a la democracia, que se realizó de forma pacífica y consensuada.

Conclusión

“La quiebra de la historia progresista” es un libro valiente y necesario, que desafía el pensamiento único y políticamente correcto que domina la historiografía española. Pío Moa demuestra con rigor y solvencia que la historia progresista es una historia falsa y perniciosa, que ha impedido a los españoles conocer y valorar su pasado, y que ha generado una crisis de identidad y de confianza en el presente. Pío Moa propone una historia alternativa, que se basa en la verdad de los hechos y en el respeto a la pluralidad y a la libertad de los españoles. Una historia que no pretende imponer una ideología, sino iluminar la conciencia y el juicio crítico de los lectores.

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