Oración y presencia de Dios – Francisco Luna Luca de Tena

La oración es una de las dimensiones fundamentales de la vida cristiana, pero también una de las más difíciles de practicar y profundizar. Muchas veces nos encontramos con obstáculos, dudas, sequedades o rutinas que nos impiden tener un verdadero encuentro con Dios. ¿Cómo podemos superar estos problemas y crecer en nuestra relación con el Señor? ¿Qué medios tenemos para hacer de la oración una experiencia viva y transformadora?

Ficha técnica

  • Autor: Francisco Luna Luca de Tena
  • Temática: Espiritualidad cristiana

Comentario del libro “Oración y presencia de Dios”

El libro “Oración y presencia de Dios” es una obra clásica de la espiritualidad católica, escrita por Francisco Luna Luca de Tena, un sacerdote y periodista español que dedicó su vida a la evangelización y la formación de los laicos. El autor pretende sólo una cosa: que el lector haga oración. Por eso, con un lenguaje muy sencillo y dialogante, el lector entenderá porqué el cristiano debe hacer oración y porque tiene que estar en presencia de Dios todos los días.

La necesidad de la oración

La oración es el medio por el que el hombre se comunica con Dios y le expresa su amor, su alabanza, su agradecimiento, su súplica y su arrepentimiento. Sin la oración, el hombre se aleja de Dios y se pierde en el mundo. La oración es el alimento del alma, la fuente de la gracia, la luz de la fe, la fuerza de la esperanza y el fuego de la caridad. La oración es el camino para conocer a Dios, para amarle y para hacer su voluntad.

La presencia de Dios

La presencia de Dios es la realidad de que Dios está siempre con nosotros, nos acompaña, nos cuida y nos ama. La presencia de Dios no es algo que se sienta o se vea, sino que se cree y se vive. La presencia de Dios nos invita a estar atentos a sus signos, a sus inspiraciones, a sus llamadas y a sus dones. La presencia de Dios nos impulsa a ser fieles, a ser santos, a ser apóstoles y a ser testigos.

Los modos de orar

La oración puede adoptar diversas formas, según las circunstancias, las necesidades y los gustos de cada uno. La oración puede ser vocal, mental, litúrgica, personal, comunitaria, contemplativa, activa, etc. Lo importante es que la oración sea sincera, humilde, confiada, perseverante y fructuosa. La oración debe ser un diálogo con Dios, un trato de amistad, un coloquio íntimo, un encuentro personal.

Los frutos de la oración

La oración produce en el alma numerosos frutos de santidad, de virtud, de apostolado y de felicidad. La oración nos hace más conscientes de nuestra identidad de hijos de Dios, de nuestra vocación a la santidad, de nuestra misión en el mundo y de nuestro destino eterno. La oración nos ayuda a vencer el pecado, a practicar las virtudes, a cumplir los mandamientos, a seguir los consejos evangélicos y a imitar a Cristo. La oración nos hace más generosos, más serviciales, más apostólicos y más alegres.

Conclusión

El libro “Oración y presencia de Dios” es una obra maestra de la espiritualidad cristiana, que ofrece al lector una guía práctica y profunda para hacer de la oración una experiencia vital y transformadora. El autor, con un estilo claro y cercano, nos enseña los fundamentos, los modos y los frutos de la oración, y nos anima a vivir en la presencia de Dios en todo momento y lugar. El libro es una invitación a descubrir el amor de Dios, a corresponderle con nuestro amor y a difundirlo con nuestro testimonio.

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