V Tiempo Ordinario Ciclo “C”

tiempo ordinario en lectura católica

Lecturas de este domingo

  • Is 6, 1-2a. 3-8.
  • Sal 137. R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.
  • 1 Cor 15, 1-11.
  • Lc 5, 1-11.

Monición de entrada para la misa con adultos

Hermanos, hoy el Señor nos llama, como llamó a Isaías, a San Pablo y a los primeros apóstoles. Nos invita a dejar nuestras seguridades, nuestros miedos y a confiar en su gracia. Venimos a este encuentro con él, dispuestos a responder con generosidad: «Aquí estoy, envíame». Que esta Eucaristía nos transforme y fortalezca en nuestra vocación cristiana.

Monición de entrada para la misa con niños

Queridos niños, hoy Jesús nos hace una invitación muy especial: nos llama a seguirlo. Así como Pedro, Santiago y Juan dejaron sus redes para convertirse en pescadores de hombres, Jesús también quiere que confiemos en él. Abramos nuestro corazón para escuchar su voz y aprender a responderle con alegría y valentía.

Homilía

Hay momentos en la vida en los que sentimos que no somos dignos, que no somos capaces. «Soy un hombre de labios impuros» (Is 6, 5), dice Isaías. «Soy el más pequeño de los apóstoles» (1 Cor 15, 9), reconoce San Pablo. «Aléjate de mí, Señor, que soy un pecador» (Lc 5, 8), suplica Pedro. Y, sin embargo, a estos tres el Señor los elige. No por su grandeza, sino porque están dispuestos a dejarse transformar por Él.

Hoy, al igual que entonces, Dios sigue llamando. No busca a los más capacitados, sino a los que confían en él. Como dijo San Agustín: «Dios no elige a los capacitados, capacita a los que elige». Y él nos elige cada día. Nos llama en la familia, en el trabajo, en la vida cotidiana, y espera nuestra respuesta. Pero, ¿de qué forma llevar a cabo esto en la vida?

Pedro había pasado la noche entera pescando sin éxito. Estaba cansado, frustrado, pero cuando Jesús le dice: «Rema mar adentro y echad las redes para pescar», confía y obedece. El resultado es una pesca milagrosa. Esta es la clave de la vida cristiana: confiar en la palabra del Señor, aunque a veces no entendamos su plan.

El Papa Francisco nos recuerda que la fe «es salir de nuestra seguridad y arriesgar en la confianza de Dios». Así lo hizo Pedro cuando dejó sus redes y siguió a Jesús. Así lo hizo Isaías cuando respondió: «Aquí estoy, envíame». Así lo hizo Pablo, quien de perseguidor se convirtió en apóstol.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que la vocación cristiana no es solo para algunos, sino para todos: «Todo bautizado está llamado a ser testigo de Cristo en su propia vida» (CIC 900). No es necesario esperar un momento especial, porque la vida ordinaria es el lugar donde Dios nos llama.

Hoy, Jesús también nos dice: «Rema mar adentro». No te quedes en la orilla. No tengas miedo de confiar en mí. Tal vez pienses que no eres lo suficientemente bueno, que te faltan fuerzas o que no puedes hacer la diferencia. Pero Dios no busca perfectos, sino dispuestos. Él te llama hoy. ¿Cómo responderás?

Peticiones

  1. «Santo, santo, santo es el Señor» (Is 6, 3). Por la Iglesia, para que, con corazón santo, siga anunciando la Palabra de Dios al mundo. Roguemos al Señor.
  2. «Por la gracia de Dios soy lo que soy» (1 Cor 15, 10). Por el Papa Francisco y todos los pastores de la Iglesia, para que guiados por el Espíritu Santo sean testigos fieles del Evangelio. Roguemos al Señor.
  3. «No tengas miedo, desde ahora serás pescador de hombres» (Lc 5, 10). Por los gobernantes de las naciones, para que trabajen por la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
  4. «Aléjate de mí, Señor, que soy un pecador» (Lc 5, 8). Por las familias y los trabajadores, para que su esfuerzo sea bendecido y encuentren en Dios su fortaleza. Roguemos al Señor.
  5. «El día que grito, me escuchas, Señor» (Sal 137, 3). Por los enfermos, para que experimenten el consuelo de Dios y la cercanía de los hermanos. Roguemos al Señor.
  6. «El Señor completará sus favores conmigo» (Sal 137, 8). Por los difuntos, para que gocen de la vida eterna junto a Dios. Roguemos al Señor.

Mensaje de fe

Dios nos llama y nos capacita. No importa nuestras debilidades o miedos, su gracia nos transforma y nos hace instrumentos de su amor. La fe es confiar y dar el paso, aunque no veamos el camino completo.

Mensaje de esperanza

Si Pedro, Isaías y Pablo fueron llamados y transformados por Dios, también nosotros podemos serlo. No estamos solos. Jesús sigue llamándonos y nos acompaña en el camino.

Mensaje de caridad

Responder a Dios significa servir a los demás. Esta semana, esfuérzate en ser testigo de Cristo con acciones concretas: ayuda a un necesitado, perdona una ofensa, ora por alguien en dificultad.

Características

  • Duración: 10-12 minutos.
  • Dirigida a: Comunidad parroquial en general.
  • Frase concluyente: «El Señor te llama. ¡Confía y rema mar adentro!»

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