Verdad e interpretación – Luigi Pareyson
La hermenéutica es una disciplina filosófica que se ocupa del problema de la interpretación, es decir, de cómo acceder al sentido de los textos, las obras de arte, las acciones humanas y la realidad misma. Entre los grandes maestros de la hermenéutica del siglo XX, destaca la figura de Luigi Pareyson (1914-1991), un pensador italiano que desarrolló una original teoría de la formatividad y que abordó temas tan diversos como la estética, la metafísica, la teología y la ética. Su obra más importante es “Verdad e interpretación”, publicada en 1971 y traducida al castellano por Ediciones Encuentro en 2014.
Ficha técnica
- Autor: Luigi Pareyson
- Temática: Filosofía hermenéutica
Comentario del libro “Verdad e interpretación”
La verdad como problema
Pareyson parte de la constatación de que la verdad es un problema, no una evidencia. La verdad no se impone de forma unívoca y definitiva, sino que se manifiesta de forma plural y provisional. La verdad no es algo que se posee, sino que se busca. La verdad no es algo que se da, sino que se hace. La verdad no es algo que se contempla, sino que se interpreta.
Para Pareyson, la interpretación es el modo de acceso a la verdad, pero también el modo de expresión de la libertad. Interpretar es ejercer la propia responsabilidad frente al sentido, asumiendo el riesgo y el compromiso de buscarlo con fidelidad y creatividad. Interpretar es dialogar con el texto, la obra, la acción o la realidad, reconociendo su alteridad y su riqueza, pero también aportando la propia subjetividad y originalidad. Interpretar es participar en la formación de la verdad, pero también en la transformación de la realidad.
La formatividad como clave
La clave de la hermenéutica de Pareyson es el concepto de formatividad, que él mismo acuñó y desarrolló en su obra anterior, Estética. Teoría de la formatividad (1954). La formatividad es la capacidad de dar forma a la materia, tanto en el ámbito artístico como en el ámbito existencial. La formatividad es la expresión de la libertad humana, que no se limita a adaptarse a las condiciones externas, sino que las modifica según su propio proyecto. La formatividad es la realización de la persona, que no se conforma con repetir modelos prefijados, sino que los supera con su propia originalidad.
Para Pareyson, la formatividad es el criterio para juzgar la verdad de la interpretación. Una interpretación es verdadera cuando respeta la formatividad del objeto interpretado, es decir, cuando capta su forma específica y única, sin reducirla ni deformarla. Una interpretación es verdadera cuando expresa la formatividad del sujeto interpretante, es decir, cuando muestra su forma personal e irrepetible, sin ocultarla ni falsearla. Una interpretación es verdadera cuando favorece la formatividad de la realidad, es decir, cuando contribuye a su forma óptima y deseable, sin impedirla ni pervertirla.
La fe como horizonte
Pareyson no concibe la hermenéutica como una mera técnica o método, sino como una actitud y una vocación. La hermenéutica es una forma de estar en el mundo, de relacionarse con los demás y de buscar a Dios. La hermenéutica es una forma de amar la verdad, de servir al bien y de esperar la salvación. La hermenéutica es una forma de vivir la fe, de testimoniar la gracia y de anunciar el Reino.
Para Pareyson, la fe es el horizonte último de la interpretación. La fe es la fuente de la libertad, que permite al hombre abrirse al misterio y al don de Dios. La fe es la luz de la verdad, que ilumina al hombre en su camino hacia el conocimiento y la sabiduría. La fe es la fuerza del amor, que mueve al hombre a comprometerse con la realidad y con los hermanos. La fe es la esperanza de la gloria, que sostiene al hombre en su lucha contra el mal y el sufrimiento.
Conclusión
“Verdad e interpretación” es una obra fundamental para comprender la filosofía de Pareyson y la hermenéutica contemporánea. En ella, Pareyson ofrece una visión original y profunda de la verdad, la interpretación y la formatividad, que se inspira en la tradición filosófica occidental, pero que también se abre a la novedad y al diálogo. Pareyson propone una hermenéutica que no renuncia a la búsqueda de la verdad, pero que tampoco se cierra a la pluralidad y la libertad. Pareyson plantea una hermenéutica que no se reduce a un ámbito académico o cultural, sino que se extiende a toda la existencia y a toda la realidad. Pareyson invita a una hermenéutica que no se separa de la fe, sino que se nutre de ella y la expresa.