Homilía para la Vigilia Pascual 2024 – Ciclo B

Lecturas de este domingo:
- Primera lectura: Génesis 1, 1-2:2
- Salmo Responsorial: Salmo 103, 1-2. 5-6. 10 y 12. 13 y 14. 24 y 35
- Segunda lectura: Génesis 22, 1-18
- Salmo Responsorial: Salmo 15, 5 y 8. 9-11
- Tercera lectura: Éxodo 14, 15-15, 1
- Salmo Responsorial: Salmo Éxodo 15, 1-2. 3-4. 5-6. 17-18
- Cuarta lectura: Isaías 54, 5-14
- Salmo Responsorial: Salmo 29, 2 y 4. 5-6. 11-12a y 13b
- Quinta lectura: Isaías 55, 1-11
- Salmo Responsorial: Isaías 12, 2-3. 4bcd. 5-6
- Sexta lectura: Baruc 3, 9-15. 32-4, 4
- Salmo Responsorial: Salmo 18, 8. 9. 10. 11
- Epístola: Romanos 6, 3-11
- Salmo Responsorial: Salmo 117, 1-2. 16ab-17. 22-23
- Evangelio: Marcos 16, 1-7
Notas para la reflexión:
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy nos reunimos para celebrar la gloriosa fiesta de Pascua, la fiesta de la nueva creación. En este día, recordamos con gozo que Jesús ha resucitado de entre los muertos y ha abierto para nosotros las puertas hacia una vida nueva, una vida que ya no conoce ni la enfermedad ni la muerte.
En esta celebración, nos sumergimos en el misterio profundo de la resurrección de Cristo, que no solo significa su victoria sobre la muerte, sino también su asunción del hombre en Dios mismo. Con audacia, el escritor eclesiástico Tertuliano nos recuerda que, gracias a Cristo, hemos adquirido un lugar en el cielo y en el reino de Dios.
La Pascua nos invita a contemplar la creación como una totalidad, ordenada hacia la comunión entre Dios y la criatura. A través del relato de la creación en la Vigilia Pascual, somos recordados del primer acto de Dios: la creación de la luz. La luz, que hace posible la vida, el encuentro, la comunicación y el conocimiento, nos revela el carácter bueno y luminoso del mundo creado por Dios.
En la mañana del primer día de la semana, Dios vuelve a decir: «Que exista la luz», y Jesús resucita de entre los muertos. La vida triunfa sobre la muerte, el bien sobre el mal, el amor sobre el odio, y la verdad sobre la mentira. Con la resurrección de Jesús, la luz misma vuelve a ser creada, y nos lleva a todos hacia la vida nueva de la resurrección.
Pero, ¿cómo puede llegar esta luz a nosotros? A través del sacramento del bautismo y la profesión de fe, el Señor ha construido un puente para nosotros, a través del cual el nuevo día de la vida indestructible viene a nosotros. En el bautismo, el Señor nos dice: «Fiat lux», que exista la luz. Y así, nosotros también entramos en la luz, en la vida verdadera.
La oscuridad que amenaza al hombre no es solo la falta de luz física, sino la falta de conocimiento de Dios y de sus valores. La fe, que nos muestra la luz de Dios, es la verdadera iluminación que abre nuestros ojos a la verdad.
En esta Vigilia Pascual, la Iglesia nos presenta el símbolo del cirio pascual, una luz que vive en virtud del sacrificio, que representa el misterio pascual de Cristo que se entrega a sí mismo y da mucha luz. El cirio también nos recuerda nuestra llamada a ser portadores de la luz de Cristo en el mundo, a través de nuestra comunión en la Iglesia.
Queridos hermanos y hermanas, en esta hora de Pascua, roguemos al Señor que nos haga experimentar la alegría de su luz y que nosotros mismos seamos portadores de esa luz, para que, a través de la Iglesia, el esplendor del rostro de Cristo pueda iluminar al mundo.
¡Que la luz de Cristo resucitado brille siempre en nuestros corazones y en el mundo entero! Amén.
Mensaje de fe:
En medio de las pruebas y desafíos de la vida, mantengamos nuestra fe firme en el poder salvador de Dios. Confiamos en que Él es nuestro creador, nuestro libertador y nuestro salvador, y que nunca nos abandonará.
Mensaje de esperanza:
En esta noche de Pascua, renovemos nuestra esperanza en la promesa de Dios de vida eterna y salvación. Confiamos en que, así como Cristo ha resucitado de entre los muertos, también nosotros resucitaremos con Él y compartiremos en su gloria.
Mensaje de caridad:
Que la alegría y la esperanza de la Pascua nos inspiren a compartir el amor de Dios con los demás. Busquemos oportunidades para servir a los necesitados, perdonar a los que nos han ofendido y construir comunidades de amor y solidaridad.
Características:
- Duración aproximada de la homilía: 10-15 minutos
- Dirigida a: Comunidad parroquial y fieles presentes en la Vigilia Pascual
- Frase conclusiva: Que la luz de la resurrección de Cristo brille siempre en nuestras vidas y nos guíe hacia la plenitud de la vida en Dios. Amén.