III Tiempo Adviento Ciclo «C»

Lecturas de este domingo
- Primera lectura: Sof 3, 14-18a. El Señor exulta y se alegra contigo.
- Salmo responsorial: Is 12, 2-6. R. Gritad jubilosos, porque es grande en medio de ti el Santo de Israel.
- Segunda lectura: Flp 4, 4-7. El Señor está cerca.
- Evangelio: Lc 3, 10-18. Y nosotros, ¿qué debemos hacer?.
Monición de entrada para la misa con adultos
Hermanos, hoy la Iglesia nos invita a alegrarnos con el «Domingo Gaudete», el domingo de la alegría. La cercanía de la Navidad se siente en el ambiente, y las lecturas nos llaman a reconocer la presencia del Señor en medio de nosotros. La alegría cristiana no es fruto de las cosas exteriores, sino de la certeza de que Dios camina con nosotros. Abramos el corazón para escuchar Su Palabra y renovar nuestra esperanza.
Monición de entrada para la misa con niños
Hoy, queridos niños, celebramos el «domingo de la alegría». Pronto celebraremos el nacimiento de Jesús y las lecturas de hoy nos recuerdan que no estamos solos. Dios siempre está con nosotros, y por eso debemos estar felices. Escuchemos con atención para descubrir cómo podemos prepararnos para recibir a Jesús en Navidad con un corazón alegre y lleno de amor.
Homilía
¡Queridos hermanos!
Hoy es el «Domingo Gaudete», el domingo de la alegría, una alegría que brota no de los regalos ni de los adornos, sino de la certeza de que el Señor está cerca. Esta verdad atraviesa todas las lecturas de hoy y nos interpela de forma directa: ¿Qué estamos haciendo para prepararnos para el encuentro con Cristo?
1. «El Señor está en medio de ti»
En la primera lectura, el profeta Sofonías proclama con fuerza: «El Señor, tu Dios, está en medio de ti» (Sof 3, 17). Esta frase no solo era un consuelo para Israel, sino también para nosotros. No estamos solos en nuestras pruebas ni en nuestras alegrías. San Agustín decía: «Tú estabas dentro de mí, pero yo te buscaba fuera». A veces buscamos la felicidad en cosas exteriores, pero Sofonías nos recuerda que Dios ya está aquí.
2. «Alegraos siempre en el Señor»
San Pablo, en su carta a los Filipenses, nos da una orden clara: «Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos» (Flp 4, 4). No se trata de una alegría superficial, sino de una alegría profunda que nace de la paz que Dios nos da. No importa cuántas dificultades haya en la vida, la alegría del cristiano se basa en la confianza en Dios. ¡Cuánto necesitamos recordar esto hoy, cuando las preocupaciones nos agobian! El Papa Francisco nos dice: «El cristiano no puede ser pesimista ni vivir con cara de vinagre». La esperanza y la alegría van de la mano.
3. «¿Qué debemos hacer?»
Esta misma pregunta le hacen a Juan Bautista en el Evangelio: «¿Qué debemos hacer?» (Lc 3, 10). La respuesta es clara: la fe verdadera se traduce en acciones concretas. «El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo» (Lc 3, 11). El Adviento es tiempo de conversión, y la conversión no se queda en intenciones, sino en actos de justicia y caridad.
¡Qué importante es esto para nosotros hoy! Los santos nos enseñan que la caridad es la medida de la fe. San Juan Crisóstomo decía: «Si no encuentras a Cristo en el mendigo a la puerta de la iglesia, no lo encontrarás en la Eucaristía». ¿Cuál es nuestra actitud hacia los más necesitados? ¿Compartimos con generosidad o nos cerramos en nosotros mismos?
Hermanos, el mensaje de hoy es claro: Alegría, paz y caridad. La alegría viene de la presencia de Dios; la paz nace de la confianza en Él; y la caridad se manifiesta en el amor hacia los demás.
¡No endurezcamos el corazón! ¡Alegremos nuestra vida con la certeza de que Jesús está cerca!
Siete peticiones
- «Alegraos siempre en el Señor» (Flp 4, 4). Para que la Iglesia sea testimonio de alegría y esperanza en el mundo, roguemos al Señor.
- «El Señor está en medio de ti» (Sof 3, 17). Para que el Papa y los obispos guíen al pueblo de Dios con sabiduría y humildad, roguemos al Señor.
- «No os inquietéis por nada» (Flp 4, 6). Para que los gobernantes trabajen por la justicia y la paz, roguemos al Señor.
- «El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene» (Lc 3, 11). Para que nuestras familias vivan la caridad y la generosidad, roguemos al Señor.
- «Sacáis aguas con gozo» (Is 12, 3). Para que los enfermos reciban consuelo y fortaleza, roguemos al Señor.
- «Gritad jubilosos» (Is 12, 6). Para que los difuntos gocen de la alegría eterna en el cielo, roguemos al Señor.
- «Alegraos siempre en el Señor» (Flp 4, 4). Para que todos nosotros vivamos con esperanza y amor, roguemos al Señor.
Mensaje de fe
La fe nos asegura que Dios está con nosotros. No está lejos ni ausente; está en medio de nosotros, guiándonos y sosteniéndonos.
Mensaje de esperanza
La esperanza nos invita a no temer las pruebas de la vida, porque la paz de Dios, que supera todo entendimiento, guardará nuestros corazones en Cristo Jesús.
Mensaje de caridad
La caridad se manifiesta en actos concretos de amor. Seamos generosos con quienes pasan necesidad y preparemos un corazón dispuesto a compartir.
Características
- Duración: Aproximadamente 12-15 minutos
- Dirigida a: Fieles adultos y niños
- Frase conclusiva: «Alegraos siempre en el Señor, porque el Señor está cerca» (Flp 4, 4-5).